Da igual que proporciones servicios o productos, el objetivo de cualquier emprendedor o empresario es el de vender a mayor número de clientes y de manera estable. Herramientas para acercarte a esa meta hay muchas, pero algunas son esenciales porque han demostrado su eficacia. Si eres de los que se cuestionan ¿para qué sirve el merchandising? vamos a intentar darte argumentos a su favor.
El Merchandising es un término de origen anglosajón que sirve para referirse a las técnicas y estrategias de promoción que se aplican en un punto de venta. Sería, por tanto, una de las muchas vías de marketing o publicidad que se pueden utilizar, con la peculiaridad de que no sólo se busca aumentar las ventas, puede tener otros fines, que es interesante destacar.
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Objetivos del merchandising
Los principales objetivos de estas técnicas y estrategias pueden diferenciarse dependiendo del asunto en el que fijen su atención. Así se puede distinguir cuando:
- Está enfocado en el producto, en estos casos el merchandising puede buscar la rotación de ventas entre varios de ellos, liquidar el stock acumulado o mejorar los efectos de una campaña publicitaria concreta para rentabilizar esa inversión.
- Está enfocado en el cliente, con dos variantes principales. Por un lado, el que busca aumentar la afluencia, es decir, que más personas acudan a un establecimiento. En segundo lugar, cuando se quiere mejorar la relación con los clientes, para fidelizar sus hábitos.
- Está enfocado en el establecimiento. En este supuesto la lucha es por conseguir que nuestro local sea lo más atractivo posible. Se utilizan diferentes técnicas, desde tener la tienda bien organizada y limpia, cuidar que los escaparates sean sugerentes o el posicionamiento de los productos en el interior.
¿Cómo se aplica el merchandising al negocio?
Una vez que hemos establecido nuestro objetivo, llega el momento de darle forma de ver cómo se aplica el merchandising al negocio para que realmente no proporcione los resultados que buscamos. Lejos de seguir teorizando, te dejamos una serie de actuaciones muy concretas que seguro van mejorar tu empresa.
- Luces y acción. Revisa la iluminación de tu establecimiento. Lo ideal es que uses diferentes luces dependiendo de que busques intimidad, llamar la atención o claridad. Combina el neón (transforma los colores), las halógenas (mejoran la visión pero tienen alto consumo) o las de sodio (generan un colorido único), por citar algunas.
- Saber de lo que se habla. Invierte en la formación de tus empleados para que puedan convertirse en asesores de las demandas de los clientes. Esto es especialmente recomendable para negocios relacionados con la moda, pero sirve todas las tiendas. Poder recomendar, sabiendo de lo que se habla, o resolver las dudas del cliente va a marcar la diferencia entre tu negocio y otros.
- Intimidad y comodidad. Para quienes tengan probadores, hay que diseñarlos como espacios acogedores, espaciosos y bien iluminados. Un buen espejo y elementos para colgar las pertenecías son elementos insustituibles.
- No sin música. La ambientación musical puede convertirse en un arma de doble filo si no la usas como debes. Para empezar, el volumen tiene que ser sutil, que se escuche de fondo pero no con estridencia. Elige el estilo pensando en el perfil de cliente al que van destinados tus productos. Y, ten en cuenta que los ritmos rápidos incitan a la gente a caminar más deprisa, mientras los lentos hacen que se detengan y se fijen más.
- Empezar con buen pie. Monta una mesa de bienvenida en la parte más cercana a la entrada de la tienda. Es un espacio para atraer al cliente con productos especiales, promociones, campañas… Procura que sea atractiva y cámbiala con frecuencia. Es un reclamo para despertar la curiosidad de los consumidores.
Seguro que después de lo que has leído ya no te cuestionas ¿para qué sirve el merchandising?, ahora sólo piensas en cómo aplicarlo ya.