Cuando se habla de empresa familiar, suele asociarse con pequeños negocios o pymes. No obstante, es importante poner de manifiesto que muchas grandes empresas (con volúmenes de facturación superiores a diez millones de euros), tienen carácter familiar. Por esto, cabe tener en cuenta que las empresas familiares no son sinónimo de pequeñas organizaciones, ni de gestiones empresariales impecables. De esta forma, queremos mostrarte cuáles son los principales problemas y riesgos de las empresas familiares para que no caigas en ellos.
Concepto de empresa familiar
La mayor parte del tejido empresarial español está constituido por pymes (89 %), la mayoría de carácter familiar. Si a lo anterior unimos las grandes empresas que también tienen este carácter, podemos llegar a visualizar la importancia que los problemas de la empresa familiar tienen en la economía y la sociedad de un país, sobre todo en términos de empleo.
Además, forman parte de las empresas familiares no sólo aquellas que son fundadas y gestionadas por una familia, sino también aquellas que pertenecen mayoritariamente a uno más familias o que son dirigidas por esta u estas. En este sentido, se incluyen los supuestos en que la mayoría de votos corresponden directa o indirectamente a la familia que la fundó o quienes les sucedieron.
Cuando se trata de empresas cotizadas, suelen considerarse empresas familiares aquellas en que una familia ostenta la dirección o más de la cuarta parte de los derechos de voto. Por último, señalar que, muchas de las grandes compañías y de las grandes multinacionales, tienen su origen en empresas familiares, aunque hayan dejado de serlo.
¿Cuáles son los problemas que poseen las empresas familiares?
Por ello, se hace de todo punto necesario atajar tanto por las instituciones como por las propias empresas los principales problemas y riesgos de las empresas familiares. Se señalan a continuación, sin perjuicio de posibles discrepancias interpretativas, los que suelen mencionarse como más importantes.
Problemas institucionales
Dentro de estos pueden distinguirse una serie de problemas apuntados por las empresas familiares:
- Dificultades de interpretación de la normativa fiscal.
- Elevados tipos impositivos, especialmente en los primeros años de vida.
En este sentido, detraer sustanciales cantidades de dinero de la economía productiva en favor de la no productiva, reduce las posibilidades de expansión de las empresas y de crecimiento del economía.
- Falta de suficientes beneficios fiscales en el impuesto de sucesiones.
- Insuficiente flexibilidad laboral.
- Excesiva burocracia.
Problemas internos de las empresas
- Problema sucesorio por falta de un adecuado plan de sucesión.
- Confusión entre relaciones personales y profesionales. Influencia de la emotividad.
- Falta de una adecuada profesionalización.
- Falta de flexibilidad en la dirección. Excesiva personalización.
- Discrepancias generacionales.
- Excesivo control por la dirección, falta de delegación.
Posibles soluciones para las empresas familiares
La mejor solución a los problemas de las empresas familiares es su prevención, mediante la adopción de la normativa adecuada, por las instituciones, y de las medidas necesarias por parte de las empresas.
Centrándonos en estas últimas, se consideran esenciales:
- El establecimiento de un plan sucesorio que asegure la continuidad de la empresa y reduzca las discrepancias entre generaciones.
- Contar con un protocolo familiar en que consten claramente las bases de la dirección y tratamiento de situaciones en el seno de la empresa.
- Distinguir entre la gestión de la empresa y propiedad de la misma.
- Fomentar la profesionalización.
- Obtener ayuda externa cuando sea necesario.
- Facilitar la comunicación interna entre los miembros de la empresa.
- Apoyar políticas de transparencia.
- Estar dispuestos a afrontar los cambios cuando sean necesarios.
- Desarrollar programas de innovación e implantarlos.
- Estudiar el mercado y plantear posibles alternativas que permitan el desarrollo del crecimiento la empresa, no sólo a nivel local, sino también a nivel nacional e internacional, cuando llegue el momento.
- La prevalencia del interés de la empresa sobre el de la unidad familiar, fomentando la inversión.
- Estar dispuestos a colaborar con otras empresas cuando de esta actitud puedan resultar sinergias favorables para la empresa familiar.
Por ello, los problemas de la empresa familiar no pueden pasar desapercibidos a las autoridades competentes. Siendo la existencia de empresas familiares prosperas una garantía de expansión económica.
Los desafíos de la empresa familiar
Intrínsecamente, sacar adelante una empresa familiar, presenta ciertos desafíos particulares. Los principales se basan en separar la relación familiar de la de negocios, mantener las relaciones sanas en la segunda y subsiguientes generaciones y planificar la sucesión y la repartición accionaria.
En este tipo de unión debe existir un alto nivel de comunicación, para que los efectos de la empresa familiar no sean negativos y pueda existir la continuidad y el desarrollo de la misma.
Por ejemplo, son típicas las peleas entre hermanos en este tipo de empresa, no obstante, todo el grupo debe tratar de solventar estas discrepancias para que no se produzca una lamentable ruptura de la cohesión familiar.
El tema de la sucesión de los bienes familiares debe ser vista con antelación. El más capacitado de los miembros, es quien debería asumir el liderazgo de la empresa, siempre y cuando sea aprobado por todos los accionistas.
Es necesario que la total transparencia reine en la concentración de la fuerza económica en la empresa, de modo que se distribuyan los bienes de forma adecuada, se cumplan los respectivos requisitos legales para preservar la identidad de la empresa, se defina de forma clara y justa la separación de los inversionistas, se den a conocer los resultados y toma de decisiones entre todos los miembros y se definan las estrategias de sucesión para las siguientes generaciones.