La clave del éxito de cualquier organización es una relación sana y productiva entre el jefe y los empleados. Aunque la prioridad de una empresa es ser productiva, basada en trabajadores dedicados, una comunicación y conexión más profunda con entre el equipo de trabajo y los managers puede ser muy positivo a largo plazo. Sin duda, esta nueva forma de trabajo no solo aumentará la productividad sino también la moral y la motivación de los empleados.
¿Cómo debe ser la relación entre jefe y empleado?
¿A qué nos referimos exactamente con una relación fuerte entre jefe y empleado? A menos que estés desempleado o tengas tu propia startup, es probable que tengas un jefe. Para muchos emprendedores, este vínculo es una parte esencial de sus carreras profesionales y la trayectoria de la empresa. Y es que limitarse únicamente a hacer el trabajo no se puede considerar una buena relación jefe-empleado.
¿Qué relación se debe tener con los empleados? Sin duda, el empleado debe hacer el trabajo, pero es crucial como jefe se valore el esfuerzo y la consecución de los objetivos del equipo.
Pasos para construir una relación sana entre empleado y jefe
La mejor manera de comenzar a construir una relación sólida con tu trabajador es incentivar la productividad y motivación, no dudes en compartir con tu jefe tus ideas creativas si pueden favorecer a tu empresa. Esta premisa, así como la selección que hemos hecho para este artículo te ayudarán a dar el paso hacia una nueva relación jefe-empleado.
1. Genera una buena comunicación
La relación jefe-trabajador debe ser como igual como la que deberías tratar de construir con alguien con quien vas a estar el resto de tu vida. Nunca sabes qué papel va a desempeñar en tu futuro, ya sea dentro o fuera del trabajo.
No te quedes con ciertas ideas preconcebidas sobre lo que deberías hacer y cómo hacer de jefe, la solución ideal es tener una conversación clara sobre cómo establecer una buena comunicación.
Además, una buena comunicación interna en el trabajo entre los miembros del equipo y con el jefe aumenta la productividad de toda la empresa.
Como jefe, ofrecer información, feedback, hablar de con qué frecuencia quiere recibir actualizaciones de progreso de cada proyecto, cuántos detalles quiere en cada informe, y como de regular debería ser la comunicación.
2. Toma la iniciativa
La forma en que te lleves y trabajes con tus empleados, el grado de confianza y la comprensión de las capacidades del otro pueden tener un gran efecto en tu carrera profesional a largo plazo.
Tomar la iniciativa no significa descuidar tus responsabilidades en tu trabajo, sino buscar retos y soluciones que mejoren tu productividad, confianza y habilidades, lo que a la larga beneficiará tanto a tu jefe como a toda la organización.
Un buen jefe siempre intenta motivar a sus empleados. Ser creativo y hacer un esfuerzo adicional son técnicas útiles para reforzar la relación diaria con tus empleados. Puedes empezar haciéndole preguntas sencillas como ¿qué puedo hacer diferente? ¿cómo podríamos mejorar este proceso? o ¿Cómo puedo mejorar en este área?
3. Sé respetuoso con todo el equipo
La clave para una relación sana y sólida con tu jefe es respetar sus decisiones y opiniones. Pero en caso de que no estén de acuerdo contigo, escucha la opinión profesional de tu equipo y sus argumentos para apoyar su opinión.
La opinión de tu equipo es importante, pero en el momento y lugar correctos, así que busca la oportunidad correcta para que tus empleados sientan libertad para mejorar los protocolos de trabajo, la metodología a seguir o nuevas ideas y otros puntos de vista que pueden enriquecer a la empresa.