7 Diferencias notables entre un líder y un jefe

Pau Sisternas

Un jefe debe ser un buen líder, pero un líder no tiene por qué ser el jefe. A menudo, los conceptos de líder y jefe se diluyen, aunque la diferencia es más importante de lo que parece. El jefe es una autoridad impuesta, una persona designada para dirigir y ordenar a los subordinados a su cargo. Por su parte, el líder encabeza al grupo, es una persona motivadora e influyente en la forma de actuar; pero no tiene por qué ser impuesta. Los jefes se construyen, los líderes pueden surgir de la nada. Descubre otras diferencias entre un líder y un jefe y profundiza en estos dos conceptos.

¿Cuáles son las diferencias entre un líder y un jefe?

Las diferencias más características entre un jefe y un líder nato

Ser un jefe no es lo mismo que ser un líder, y para comprender la diferenciación entre ambos conceptos es importante tomar nota de cada una de las particularidades que caracterizan cada uno de estos perfiles, presta atención y repasa las diferencias y similitudes entre un jefe y un líder:

  1. Percepción de la autoridad: el jefe es un perfil impuesto, una autoridad; y una de las características de un buen líder es que esta figura no transmite esa imagen de autoridad. Según el tipo de jefe que tengamos, será una persona que imponga su autoridad mientas que el líder es todo lo contrario, su “autoridad” es su carisma.
  2. Imposición contra convencimiento: el jefe ostenta un poder asignado que le permite utilizar su jerarquía para dar órdenes. Impone su criterio, muchas veces contra la opinión o voluntad de los trabajadores. El líder convence a sus compañeros, lo que le permite cultivar el liderazgo empresarial y seguir el plan de acción.
  3. Miedo contra confianza: este es uno de los puntos clave a la hora de distinguir si eres un jefe del montón o un buen líder. Un jefe exige obediencia ciega, genera temor, amenaza a la plantilla y el equipo recela de esta figura. Buena cara cuando está presente, críticas cuando no está. En cambio, el líder empodera a las personas, genera esa confianza y esa motivación que permite a la plantilla crecer y desarrollarse a nivel profesional.
  4. Reacción ante los logros: el jefe es el primero en ponerse medallas cuando se produce un éxito, solo ha sido posible gracias a él. En cambio, el líder es consciente de que los triunfos son del conjunto.
  5. Reacción ante los problemas: en la situación opuesta, lo primero que hará el jefe en caso de fracaso o cuando surge un problema es buscar culpables. Algo que nunca haría un buen líder, pues ante un fracaso asume sus responsabilidades y trata de aprender del error para que no se repita.
  6. Ambiente de trabajo: alrededor del jefe, el ambiente de trabajo está más enrarecido. Se forma una camarilla de aduladores que mira por encima del hombro al resto, dificultando incluso la integración de las nuevas incorporaciones de la empresa. Por el contrario, con un jefe el clima laboral es mejor. No hay distinciones ni grupillos, fomentando la inclusión de toda la plantilla, incluidos los recién llegados.
  7. Gestión del trabajo: un jefe se limita a ordenar tareas y supervisar que sus órdenes se cumplen al pie de la letra. Hará que sean consideradas una obligación, mientras que el líder tratará de motivar a los trabajadores para que den lo mejor de sí. Estimula, y es el primero en ponerse manos a la obra, trabajando junto a sus colaboradores. Hay coherencia entre lo que dice y lo que hace.

¿Por qué se dice que no todo jefe es un líder?

Muy sencillo, generalmente un líder se gana el respeto de cada miembro del equipo y se cuenta con él como uno más. No obstante, un jefe no siempre es tan cercano con los empleados.

Las similitudes entre un líder y un jefe

Igual que hay diferencias entre el jefe y el líder, también guardan similitudes. Comenzando porque encarnan una figura de poder, un sujeto de autoridad.




Aunque este gran poder tenga orígenes radicalmente opuestos, es innegable que ocupan una posición superior a la del resto del equipo. Y son los responsables de la toma de decisiones que los afectan a ellos y a quienes están a su cargo.

De hecho, la toma de decisiones y la organización son algunas de las habilidades que debe tener un jefe en una empresa y que no siempre poseen los líderes.

La otra gran similitud entre jefes y líderes es que son un sujeto de referencia en caso de duda. En caso de dudas problemas o situaciones de incertidumbre, el equipo acudirá a ellos en busca de una solución. Eso sí, los colaboradores prefieren infinitamente contar con la ayuda de un líder que con la del jefe cuando este se muestra autoritario y poco colaborador.

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