Si estás al frente de una corporación, tendrás que desarrollar la estrategia corporativa. Se trata de las líneas de actuación de la empresa, de la hoja de ruta a seguir por trabajadores y directivos con el objetivo de cumplir los hitos previstos. Poner en marcha la estrategia empresarial no es tarea fácil, así que vamos a ver cómo desarrollar paso a paso la estrategia corporativa. Para ello, tenemos dos grandes fases: la fase de diseño, donde la definiremos, y la fase de ejecución, la puesta en marcha.
Definición de la estrategia empresarial
Podemos definir la estrategia empresarial en solo cuatro pasos, empezando por fijar los objetivos a medio y largo plazo. El cortoplacismo puede ser un lastre para tu estrategia, así que plantéate dónde quieres que esté la empresa en 3 o 5 años. El hecho de fijarnos unos objetivos empresariales -que deben ser unos objetivos realistas- nos permitirá desarrollar una estrategia empresarial coherente, ajustada a la realidad. Deben ser objetivos tan fáciles de calibrar como “ser líderes”, “reducir los precios”, “mejorar la calidad”, etc.

Con los objetivos claros, pasamos a la definición de la estrategia corporativa, para la que también nos haremos preguntas. Cuántas líneas de negocio vamos a tener, su posible relación entre ellas, las fases de preproducción, producción y postproducción, el ámbito de actuación del negocio… todas estas cuestiones serán determinantes en la definición de la estrategia empresarial. Pero antes de dar el paso definitivo y ejecutarla, también hay que definir las estrategias competitiva y funcional.
La estrategia competitiva es lo que le da a nuestro producto o servicio ventaja frente a la oferta de la competencia. ¿Qué le da valor a nuestra empresa, producto o servicio? Podemos basar nuestra estrategia de empresa en ese factor diferencial que nos hace especiales frente a la competencia. Por último, al estrategia funcional son las pautas que seguirán las diferentes áreas de la empresa. Para ello, hay que tener en cuenta los objetivos generales, la estrategia corporativa y el factor diferencial de la empresa.
Cómo ejecutar la estrategia empresarial
Ahora que hemos definido las acciones que desarrollará la empresa, llega la hora de la verdad. Si quieres que la estrategia empresarial triunfe, lo más importante es que todo el mundo reme en la misma dirección. Precisamente uno de tus grandes retos como responsable de esta estrategia será asumir la responsabilidad de exponer la estrategia organizativa entre la plantilla y mantenerlos motivados para que la desplieguen y cumplan los objetivos de rendimiento marcados a lo largo del proceso.
A lo largo de este proceso nos podemos encontrar con todo tipo de problemas u obstáculos, así que te puedes ver obligado a realizar pequeños cambios o ajustes para apoyar la estrategia. Piensa que la estructura interna de la empresa es la que debe adaptarse a la estrategia empresarial, y no al revés, de modo que no diseñaremos la estrategia pensando en la estructura interna sino que buscaremos la adaptación de esta al plan que hemos preparado. Así, distribuiremos mejor los recursos humanos, materiales, técnicos y financieros en la empresa, de modo que cada departamento de la empresa tenga la capacidad de asumir sus responsabilidades de acuerdo con tu estrategia empresarial.
Tan importante como ceñirte al plan trazado es generar el ambiente adecuado para que los trabajadores se sientan a gusto en su puesto de trabajo. El ambiente debe ser positivo, favorecer la cultura corporativa, lo que facilitará el desarrollo de la estrategia y la consecución de objetivos. No olvides que contar con un sistema de recompensas o incentivos por objetivos es un aliciente más para que los trabajadores estén motivados y ofrezcan lo mejor de sí para llevar a buen puerto tu estrategia empresarial.