Una obra en la que se producen grietas al poco tiempo, un cliente que ha sufrido una intoxicación alimentaria porque el camarero no ha mencionado los ingredientes del plato o un paciente que sufre lesiones como consecuencia de una negligencia médica… Son algunos ejemplos de situaciones en las que el empleado debe asumir la responsabilidad civil derivada del perjuicio que cause. Pero, también lo será para la empresa en la que trabaja, la cual debe hacerse cargo de indemnizar al cliente o persona perjudicada.
En este artículo repasamos los casos en los que una empresa puede reclamar daños y perjuicios a un trabajador y cómo debe actuar para solicitar las correspondientes indemnizaciones.
Reclamación de indemnización por daños y perjuicios al trabajador
En España solo existe un supuesto en el que la empresa puede reclamar una indemnización de daños y perjuicios al trabajador y se recoge en el artículo 21 del Estatuto de los Trabajadores. En concreto, empresa y empleado pueden realizar de mutuo acuerdo:
- El pacto de no concurrencia: es decir, la imposibilidad de trabajar en otra compañía para tener plena dedicación en la empresa.
- El pacto de permanencia: la empresa ofrece algún tipo de formación al trabajador y éste tiene la obligación de permanecer al menos dos años en la empresa.
- El pacto de no competencia: tiene el objetivo de no trabajar en una empresa competidora una vez extinguida la relación laboral.
En el caso de que el trabajador incumpla alguno de los pactos señalados y siempre que se hayan realizado de mutuo acuerdo, el empresario podrá reclamar una indemnización de acuerdo a los términos acordados en el citado acuerdo o dependiendo del perjuicio causado.
¿Cuándo puede el empresario reclamar una indemnización al empleado?
El artículo 5 del Estatuto de los Trabajadores contempla que el empleado debe “cumplir con las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de conformidad con las reglas de la buena fe y diligencia.” ¿Qué quiere decir esto? Pues que el no cumplimiento de esta obligación no implica automáticamente el deber de abonar una indemnización por daños o perjuicios ocasionados a la empresa.
En caso de incumplimientos por parte del trabajador, la empresa tiene las siguientes posibilidades:
- Aplicar una sanción de empleo y sueldo al empleado
- Recurrir al despido disciplinario (si procede)
Para poder exigir una indemnización, la legislación indica que es necesario que el comportamiento del trabajador sea doloso o negligente, es decir, que adopte un comportamiento grave, voluntario y deliberado en el momento de causar el perjuicio a la empresa.
La empresa es responsable si…
- Existe una relación jerárquica: es decir, si el vínculo entre los directores de una empresa o establecimiento respecto de sus empleados es de dependencia.
- El daño se deriva de una tarea asignada: el empleado provoca un daño o perjuicio a un tercero durante el desarrollo de las funciones relacionadas con su cargo que le han sido encomendadas por un superior.
- La vigilancia fue insuficiente: el empresario ha de proporcionar los medios necesarios y adecuados para evitar que los trabajadores produzcan daños durante la prestación del servicio.
En cualquier caso, los expertos aconsejan valorar cada situación de forma concreta y separada, por lo que resulta complicado establecer unos parámetros objetivos.