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El benchmarking supone una investigación continua y un aprendizaje constante. Esto implica ir adquiriendo conocimientos de buenas prácticas empresariales, para después implementarlas en la empresa. Es un proceso de investigación que va a permitir realizar comparaciones de procesos y prácticas dentro de la propia empresa (entre diferentes departamentos entre sí), con empresas de la competencia y de otros sectores. Todo esto tiene un único fin mejorar la competitividad de la propia empresa. Sin embargo, para conseguir esa máxima te mostramos cuáles son los objetivos que posee el benchmarking en cualquier organización empresarial.
Precisamente la palabra japonesa dantotsu, qué significa lo mejor de lo mejor, recoge la esencia del benchmarking. De ahí que clave hacer continuamente un proceso de mejora de productos/servicios y/o prácticas. Se trata de un proceso positivo de cambio que llevara a la empresa a un mejor desempeño en su productividad. Como consecuencia, se producirá un crecimiento del negocio.

Además, debemos tener en cuenta que en un mercado, que cambia de forma constante, es necesario tener unos objetivos bien definidos y cumplir con las expectativas de los clientes. Por tanto, el benchmarking es un elemento más de la planificación estratégica que nos permitirá seguir siendo competitivos y a la vez nos permitirá adaptarnos a las tendencias y cambios propios del sector con anticipación.
Con todo lo explicado hasta ahora podemos determinar que los principales objetivos del benchmarking son los siguientes:
Por tanto, podemos afirmar que al contrario de lo que se piensa en un principio el benchmarking no consiste en copiar las fórmulas de éxito de las otras empresas. También hay que tener en consideración todos los factores que influyen a que dichas empresas alcancen el éxito y en función de lo aprendido, adaptarlo y aplicarlo a nuestras propias necesidades empresariales.
En resumen podemos decir que el benchmarking sirve para:
Precisamente la palabra japonesa dantotsu, qué significa lo mejor de lo mejor, recoge la esencia del benchmarking. De ahí que clave hacer continuamente un proceso de mejora de productos/servicios y/o prácticas. Se trata de un proceso positivo de cambio que llevara a la empresa a un mejor desempeño en su productividad. Como consecuencia, se producirá un crecimiento del negocio.

Además, debemos tener en cuenta que en un mercado, que cambia de forma constante, es necesario tener unos objetivos bien definidos y cumplir con las expectativas de los clientes. Por tanto, el benchmarking es un elemento más de la planificación estratégica que nos permitirá seguir siendo competitivos y a la vez nos permitirá adaptarnos a las tendencias y cambios propios del sector con anticipación.
¿Para qué sirve el benchmarking?
Con todo lo explicado hasta ahora podemos determinar que los principales objetivos del benchmarking son los siguientes:
- Identificar los resultados en los procesos de otras compañías que les ha llevado al éxito.
- Determinar cómo se han conseguido esos buenos resultados.
- Utilizar toda la información recogida como guía para establecer los objetivos y estrategias que se adoptarán dentro de nuestra propia empresa para mejorarla.
- También nos va a ayudar a conocer o a comparar cuánto se produce y consume en las otras empresas. De esta forma, conoceremos la eficiencia tanto de sus procesos como la de nuestros propios.
- Nos ayudará a establecer el nivel de calidad. Esto es el valor que se le añade a un producto servicio en función del costo de su producción y al precio al que es vendido finalmente.
Por tanto, podemos afirmar que al contrario de lo que se piensa en un principio el benchmarking no consiste en copiar las fórmulas de éxito de las otras empresas. También hay que tener en consideración todos los factores que influyen a que dichas empresas alcancen el éxito y en función de lo aprendido, adaptarlo y aplicarlo a nuestras propias necesidades empresariales.
En resumen podemos decir que el benchmarking sirve para:
- Identificar los procedimientos. Esto es analizar nuestros propios procesos de producción con el objetivo de encontrar los puntos débiles y los puntos fuertes, tanto de nuestra empresa como de aquellas compañías que analicemos en nuestro proceso de benchmarking.
- Conocer los directivos de la competencia y de otras empresas ajenas a nuestro sector. Esto nos permitirá poder comparar las mejores prácticas de la industria así como la de los propios directores o gerentes de esas empresas. Ese conocimiento nos puede servir de guía en ese camino hacia el éxito. De ahí que sea importante conocer no solo los procedimientos de esas empresas sino también de sus propios organismos directivos y su funcionamiento.
- Establecer cuáles son los puntos fuertes de las otras empresas. Esto es conocer cuáles son las áreas que tienen mejor rendimiento, saber por qué tienen ese buen rendimiento, ver cómo lo hacen y por qué. Una vez que las identificamos deberemos adaptarlas (que no copiarlas) a las exigencias de nuestra propia empresa.
- La mejora de la productividad de la empresa se va a obtener mediante la indagación de lo que hacen otros, pero también de la aplicación de lo aprendido, teniendo en cuenta las fortalezas de nuestro propio negocio. Eso sí, siempre teniendo en cuenta las necesidades dentro de nuestra propia organización.