Sabemos que todos los proyectos empresariales son diferentes entre sí y que cada uno presenta unas características propias. Sin embargo, hay una particularidad que se repite en todos los proyectos empresariales, el ciclo de vida. El ciclo de vida es un conjunto de fases las cuales permiten la elaboración y finalización de un proyecto. Ahora ya sabes el punto de unión de cualquier proyecto, pero te preguntarás: ¿cuáles son los diferentes tipos de ciclo de vida de un proyecto?
Presta atención, porque vamos a darte la respuesta.
¿Qué es el ciclo de vida de un proyecto?
Antes de conocer cuáles son los diferentes tipos de ciclo de vida de un proyecto, necesitarás conocer más a fondo este término. Pues bien, el ciclo de vida, en general, está formado por cuatro fases.
- Fase de inicio: en esta fase se propone qué proyecto se va a desarrollar, cómo, por qué, qué vamos a necesitar para su desarrollo, etc.
- Organización y preparación: esta fase es muy importante. En ella, se organizarán tanto las fases del proyecto como los contenidos. También será necesario tener todos los materiales preparados.
- Ejecución: suele ser la fase más larga. Aquí es dónde empezamos a trabajar propiamente en el proyecto.
- Cierre: es la última fase. En ella se revisará que todo esté en orden y se solucionará cualquier problema de última hora.
Es importante que sepas que todas estas fases requieren un tiempo y un costo y dotación personal. Estas variables van aumentando conforme avanza el proyecto hasta llegar a la fase de ejecución. Después, vuelven a disminuir.
¿De qué depende el ciclo de vida de un proyecto?
Ahora ya sabes qué es un ciclo de vida. El siguiente paso es conocer cuáles son los diferentes tipos de ciclo de vida de un proyecto. Existen varios tipos de ciclo de vida, que se adaptan a un proyecto dependiendo de sus características.
- Ciclo de vida predictivo: tiene como objetivo entregar un producto completo y terminado. Para ello, gestiona el cumplimiento de los costes y las fechas estimadas. En este caso, el trabajo se planifica a través de etapas secuenciales. Por ejemplo, la toma de requisitos, el análisis, la construcción, las pruebas, etc.
- Ciclo de vida evolutivo: se intenta entregar lo antes posible un producto mínimo viable y mantener un ritmo de evolución y mejora sobre él. En este tipo de ciclo las fases se solapan, es decir, se desarrolla cada tarea de forma concurrente. Para ello se atiende al flujo continuo de modificaciones y a las mejoras en las funcionalidades del producto.
- Ciclo de vida iterativo: busca reducir el riesgo que surge entre las necesidades del usuario para el desarrollo del producto. En este ciclo el producto se va mejorando en cada fase del proyecto. Para que este ciclo tenga éxito necesitaremos una retroalimentación que nos permita seguir mejorando el producto. Por esta razón, el proyecto se centra exclusivamente en el cliente.
¿De verdad un ciclo de vida es tan importante?
Efectivamente, ahora que ya conoces cuáles son los diferentes tipos de ciclo de vida de un proyecto, necesitas saber su importancia. Pues bien, todo proyecto necesita tener un tipo de ciclo de vida que case con las cualidades del producto. Eligiendo un ciclo de vida adecuado, tendrás la estrategia perfecta para contentar al cliente. De esta manera, tu proyecto será todo un éxito y conseguirás que tu empresa avance a pasos agigantados.
No lo olvides, ¡elige un ciclo de vida a tu proyecto y asegura el éxito!