
Posiblemente, uno de las claves del éxito o fracaso de tu negocio, aparte de la calidad del servicio o producto que ofrezcas, es el
precio de los productos que fijes. Es fundamental saber
cómo poner precio a tus productos, puesto que de ello dependerá el tipo de clientela que tengas y, en definitiva, la rentabilidad de tu compañía.
¿Cómo poner precios en marketing?
Un gran error en el que desafortunadamente caen muchos empresarios a la hora de
fijar los precios de su negocio es fijarse en su competencia, ver qué precios tienen fijados y, directamente, establecer el mismo precio e, incluso, más bajo. Cuando nos disponemos a
crear una empresa, o lanzar un nuevo producto, es necesario tener claro cuál va a ser el precio de nuestros productos o servicios, ya que va a ser determinante para definir nuestro modelo de negocio.
Si dudas como: “¿
Cómo poner los precios en mi negocio?” te asaltan, es normal. Sin embargo debes conocer muy bien el valor e imagen que quieres que tu empresa transmita y proyecte y, en base a eso, sabrás
cómo poner precios en marketing.

Imagen: Zilu8 || Shutterstock
Entonces, ¿
cómo poner los precios de mi empresa? Te damos algunos consejos sobre cómo debes
fijar los precios de tus productos:
1. Dar valor.
Quien va a adquirir tus productos o servicios es tu cliente. Por tanto, a la hora de
fijar los precios, debes centrarte en el valor para el comprador, y no en el
coste que hayas incurrido para producir dicho bien o servicio.
Ante un paradigma donde el cliente sabe y es más profesional que nunca, lo natural será la comparación entre las varias opciones que las empresas le ofrezcan. Y, en función del precio, tendrá unas expectativas u otras respecto al producto. Por lo que, ante todo, ofrecer una
propuesta de valor.
No siempre un precio muy competitivo es lo que te va a garantizar la compra y fidelización.
2. Variedad de precios.
Si únicamente ofreces un tipo de producto o servicio, quizá estés perdiendo oportunidades que sean interesantes.
Está claro que tendrás un producto estrella, ya sea por el valor que aporta a tu marca o por la rentabilidad que da. Sin embargo, es aconsejable que ofrezcas varias opciones, para que tu cliente tenga a su disposición productos más baratos y más caros, en función de lo que vaya buscando, en función de sus necesidades y expectativas. Una de las mejores opciones a la hora de
fijar los precios de tus productos es que ofrezcas variedad. La comparativa siempre va a estar ahí, por lo que si el cliente tiene donde elegir en función de su bolsillo, tendrás más posibilidades de convencerle y que te prefiera a ti frente a la competencia.
3. Perder ventas a cambio de incrementar beneficios.
Una cosa complicada de la
fijación de precios en marketing es que pretendemos contentar a todo el mundo. Y eso, lamentablemente, es imposible. Hay una variedad enorme de públicos, con necesidades y gustos muy diferentes.
Como empresa pequeña, si quieres sobrevivir en un mercado tan competitivo, debes fijarte un
nicho de mercado concreto al cual dirigirte y que sea el que más rentabilidad te ofrezca. Para ello, deberás rechazar otras oportunidades y ventas. Pero de lo que se trata es de encontrar a ese público que más se sienta identificado con tus productos y se esté satisfecho con los precios que tú fijas, sin entrar en negociaciones por descuentos que no te dan beneficio alguno.
4. Revisión de precios.
La
fijación de precios que hagas a principio de año no es inamovible y estática. Los mercados cambian. Por tanto, debes realizar una revisión de tus tarifas, por lo menos, cada cuatro meses y hacer los ajustes necesarios. Especialmente, si el coste de alguno de los componentes del producto se ha incrementado.
En la actualidad, las empresas tienen muchas facilidad para vender sus productos en el extranjero. Debemos, tener en cuenta que cada país posee unas características socio-económicas diferentes y, además, es posible que los
costes de ventas aumenten si vendes en el exterior. Por ello, es recomendable que si vendes en el extranjero conozcas las
claves para saber qué precios poner en cada mercado.
¿Qué precio fijar si vendes en el extranjero?