Conocer las pautas para elaborar un plan de incentivos óptimo en tu empresa, será pan comido una vez hayas leído este artículo. Además, si lo diseñas de manera adecuada, tendrás garantizado aumentar el talento y eficiencia de tu marca.
Como bien sabes, hay varios tipos de incentivos para trabajadores tales como: incentivos salariales o económicos… No obstante, elaborar un plan de incentivos comprende muchas más cosas y requisitos que debes de tener en cuenta. Por ello, los incentivos laborales van más allá que una recompensa salarial.
¿Qué es un incentivo?
Según la RAE, un incentivo es el «estímulo que se ofrece a una persona, grupo o sector de la economía con el fin de elevar la producción y mejorar los rendimientos». Por consiguiente, toda recompensa anima, motiva y enriquece a una persona. Luego, los incentivos pueden ser la mejor arma para llevar tu empresa viento en popa.
¿Cómo hacer un plan de incentivos en tu empresa?
En líneas generales, cada empresa es un mundo. Por lo tanto, es un gran error que quieras elaborar un plan de incentivos de manera rápida y de cualquier forma. Asimismo, descargarte cualquier plan de Internet o inventarte uno a mano alzada, no te ayudará como esperas.
Entonces, debes de emplear un rato en pensar: los objetivos, los tipos de incentivos, quién de tu plantilla se favorecerá en mayor o menor medida de esto y, de las ventajas que te podrá garantizar tu específico y concreto plan.
¿Cuáles son tus objetivos?
Sí, la pregunta es en plural, ya que dentro del ciclo de una empresa son varios los objetivos que se tratan de alcanzar.
- Animar y motivar a tu plantilla de trabajadores.
- Analizar y mejorar el desempeño y éxito de tareas realizadas por los distintos trabajadores de tu empresa. Luego, esto te permitirá aumentar el control y la calidad.
- Fomentar el trabajo en equipo. Así, obtendrás el trabajo más rápido y aumentarás la comunicación y la buena armonía dentro de la rutina de trabajo.
- Hacer partícipes a tus empleados de tus metas, promoverá que entiendan mejor su puesto de trabajo, tu marca, objetivos y a ti como jefe/a.
- Generar mayor comunicación entre los altos y bajos cargos. Lo cual, también encauzará un buen funcionamiento interno empresarial.
En el caso de que consigas algunos de estos objetivos o metas, tu empresa gozará de buena comunicación, competitividad sana entre empleados y generar buenos estímulos de seguridad y compromiso contigo y tu marca.
Establecer los tipos de incentivos
Elaborar un plan de incentivos que no falle, tiene mucho que ver con los tipos de incentivos que elijas. Es decir, para cada tipo de meta y empleado o grupo, deberás de establecer el tipo de recompensa que proporcionar. Sin embargo, no has de olvidar que tienes que premiar de manera rápida, porque posponer los incentivos hará que se te caiga todo el plan. Entonces, son buenas ideas:
- Definir un presupuesto en concreto para el plan de incentivos.
- Proporcionar al empleado mayor flexibilidad.
- Dar algún día más de vacaciones.
- Regalar libros de automotivación.
- Entregar entradas para teatro o cine.
- Proporcionar cursos de formación.
Resumen de consejos para elaborar el mejor plan
- Comunicar el plan.
- Enfocarlo a que tanto trabajadores como la organización de la empresa ganen.
- Actualizar los objetivos y los incentivos cada un tiempo.
- Ser fiel con lo prometido y no posponer los premios por éxito de objetivo.
Como puedes comprobar, son muchas las distintas maneras de elaborar un plan de incentivos, que pueden hacer tu modelo de empresa más creativo y competitivo. ¿Ya has pensado en un incentivo para tus empleados?