Cada vez es más habitual trabajar con equipos en diferentes localizaciones. El auge del teletrabajo en la pandemia ha permitido que algunos perfiles puedan trabajar desde cualquier lugar, abriendo la puerta a la contratación en remoto. Los jefes o líderes globales del proyecto deben aprender a gestionar los equipos distribuidos en diferentes lugares del mundo. Pueden estar en la misma ciudad, en el mismo país o repartidos cada uno en una esquina del planeta. Por eso, la gestión de los equipos distribuidos es clave para el éxito. La delegación de tareas, la responsabilidad individual y los controles regulares son apenas algunos de los tips que tenemos para ti hoy. Para enterarte de los demás, no te pierdas el artículo.
Qué son los equipos distribuidos
Habrás podido deducir que los equipos distribuidos son aquellos que superan los límites geográficos de la empresa, pudiendo superar también las zonas horarias. Los miembros del equipo trabajan para la misma compañía, pero no lo hacen físicamente. Debe haber una persona liderando este equipo. El equipo puede estar totalmente distribuido o contar con una parte de sus miembros trabajando en las oficinas centrales o la sede principal de la empresa y al resto en otras delegaciones, en subsedes o en su casa desde otro lugar del mundo.
Tips para trabajar con equipos distribuidos
Si te ha tocado gestionar un equipo distribuido, o si en tu empresa es habitual contar con ellos, deberás asumir una serie de responsabilidades para completar con éxito tu labor. A continuación te dejamos una serie de consejos para que la gestión de equipos distribuidos sea un éxito:
- Herramientas de colaboración remota: sin ellas, los equipos distribuidos no podrían existir. Por eso, es aconsejable contar con soluciones colaborativas que permitan verificar el progreso del equipo y de las tareas. Las hay integradas en softwares como Google Suite u Outlook que nos ayudarán en esta cuestión.
- Controles regulares: como líder global de un equipo distribuido deberás ejercer controles periódicos sobre el trabajo de tus subordinados. Esto nos permitirá reforzar el sentimiento de unión en el equipo, además de mantenerlos al día de cualquier cambio o actualización. También es importante programar las reuniones cuando coincidan los horarios de trabajo de todos los miembros.
- Delegar tareas: es imposible que un único líder pueda controlarlo todo. Por eso, es importante contar con un equipo en el que puedas confiar para delegar tareas. Es una forma de reducir la carga laboral del líder, además de empoderar a tu equipo con funciones de responsabilidad.
- Fomentar la responsabilidad individual: aunque trabajemos en equipo, cada trabajador debe asumir su responsabilidad individual. Por eso, procuraremos mantener reuniones de seguimiento individualizadas con cada miembro, además de seguir el calendario previsto y fijar objetivos, hitos o metas medibles y alcanzables. Cada miembro del equipo debe mantener actualizado su progreso y estar atento a los canales de comunicación del equipo.
- Desarrollar una visión compartida: todo el mundo debe remar en la misma dirección. Para ello, hay que fomentar la confianza tanto del trabajador hacia el líder del equipo como entre compañeros. También es importante que todo el mundo confíe en sus compañeros. El hecho de no haber una relación física hace que este sea uno de los grandes retos al gestionar equipos distribuidos.
- Impulsar la comunicación interna: todos estos consejos se pueden resumir en una buena comunicación interna. Si se trata de una cuestión capital cuando trabajamos en un mismo lugar, es todavía más importante al gestionar equipos virtuales. No solo nos permitirá trabajar de forma más eficiente, también sirve para fomentar las relaciones entre trabajadores.
No olvides que, para poder trabajar de forma eficiente, los equipos distribuidos deben estar capacitados para ello. Si contamos con trabajadores en remoto es porque aportan un plus a nuestra organización o al equipo. Asegúrate de que cada trabajador conoce su función en el equipo, de que saben qué se espera de ellos.