Todos tenemos claro qué es el elevator pitch, esa presentación de nuestro negocio que dura unos 30 segundos para llamar la atención de posibles socios o inversores. Pues bien, cuando tenemos algo más de tiempo recurrimos al pitch deck, una presentación a inversores algo más larga -dura 5, 7 o 12 minutos- pero con la misma finalidad: presentar nuestro modelo de negocio a un posible inversor de forma breve y efectiva. Para ello utilizaremos Power Point, Google Slides o Keynote, y hay que vender tu empresa.
Formatos de pitch deck
Ya hemos dicho que hay tres versiones del pitch deck: 5, 7 y 12 minutos. Antes de empezar con la preparación del pitch deck deberías tener en cuenta que a lo largo del año un inversor verá un gran número de presentaciones como la tuya, así que deberás ofrecerle información real y medible para que se haga una idea de las posibilidades de tu empresa. Pero no solo eso, también deberás ser breve para no saturarlo, de ahí que el formato de los 5 minutos sea el más adecuado. Puede parecer poco, pero es tiempo más que suficiente para introducir los elementos necesarios en un pitch deck.
¿Qué debe incluir un pitch deck?
Aunque verás que en algunos lugares nos hablan de los 12 elementos imprescindibles del pitch deck, es suficiente con citar 9 aspectos clave. Si vas a utilizar el pitch deck de 5 minutos, tendrás 30 segundos para presentar el problema, la solución, una demostración, el mercado, el experimento, un cliente común, el modelo de negocio y el punto de equilibrio. Son 8 temas en 4 minutos, así que el último minuto se lo dedicaremos al equipo, 60 segundos para presentar nuestra plantilla a ese posible inversor.
Si hablamos de un pitch deck de 7 minutos podemos doblar el tiempo de la demostración y del experimento, llegando a los 60 segundos en cada caso, y añadir otros 60 segundos hablando de la competencia. Además, puedes dedicar 10 segundos extra al final para hablar de la inversión que necesita el proyecto, un tiempo que restaremos al punto de equilibrio. Por último, el pitch deck de 12 minutos tiene 120 segundos para la demostración, y al final se suman 90 para la tracción, 30 para hablar de inversión, otros 30 para el uso de recursos y 60 más de valuación.
Qué hacer (y qué no hacer) en tu pitch deck
A lo largo de nuestro pitch deck tenemos que intentar mantener en todo momento la atención del inversor, algo que no siempre es fácil. Es una de las razones por las que utilizaremos el formato más breve, ya que cuanto más larga sea nuestra intervención más difícil se hará captar su atención durante todo el discurso. Pero hay una serie de cosas que debemos hacer -y otras qué deberíamos evitar- que nos ayudarán en el proceso.
Una buena forma de conducir nuestro pitch deck es contando una historia que nos permita generar un vínculo emocional con el inversor. Aunque tenemos poco tiempo, prepararemos una presentación en diapositivas, pero limitada a una idea por diapositiva. Es muy importante destacar el capital humano que hay detrás de la idea. También nos será de gran ayuda causar una buena primera impresión. Sobra decir que deberás conocer tus métricas mejor que nadie, y deberías acabar dando tus datos de contacto al inversor.
En el capítulo de los aspectos prohibidos tenemos una larga presentación -5 minutos, no más- donde además no interactuemos. Hay que hacer participar a la audiencia. Otro error grave es limitarse a leer, sin dar información adicional a la de las diapositivas, causarás una mala impresión y dará la sensación de que no has preparado la intervención. El uso de fuentes pequeñas o incluir mucho texto en las diapositivas también juega en tu contra.