El principal objetivo de una empresa social es la resolución de un problema de la sociedad, sin dejar nunca de lado la obtención de beneficios y la generación de empleo. El emprendimiento social se está extendiendo cada vez más en el mundo empresarial y cada vez más son más las empresas que surgen con la motivación de mejorar algún aspecto del mundo en el que vivimos.
No obstante, para todo aquel que se decide a crear una empresa social, su prioridad no será la de incrementar la cifra de ventas. Sino más bien, su finalidad pasa por resolver un problema social latente en su entorno, que pretende mejorar y/o resolver.
Pasos para empezar una empresa social
La empresa social está teniendo gran acogida en el entorno empresarial. Ya no sólo por los múltiples beneficios de cara a la sociedad y, sobretodo, a sectores menos privilegiados. La creación de empresas sociales supone propiciar cambios sustanciales y duraderos en el paradigma social, y que el consumidor final cada vez tiene más cuenta.
El 60% de consumidores está dispuesto a aceptar un sobrecoste de hasta el 10% para adquirir productos “responsables” – Informe Nielsen.
Toda persona que se decante por iniciar su aventura empresarial a través de una empresa social, debe tener en cuenta que los pasos a seguir para crearla dependerán de la forma jurídica que escoja. Aquí detallamos los pasos para empezar una empresa social:
- Comunidad Autónoma en la que vas a establecer el domicilio de la empresa social. Hay algunas comunidades que tienen competencia en lo que se refiere a creación de empresas sociales y rige esa normativa concreta, en lugar de la estatal.
- Elegir en base a qué modelo se desarrollará tu empresa social, puesto que hay diversas modalidades: cooperativas, mutualidades, fundaciones, asociaciones, sociedades laborales,…
- En función de la figura que hayamos escogido, ya iremos a la normativa en cuestión y se llevarán a cabo los trámites necesarios en cada caso.
Pero, en definitiva, a la hora de crear una empresa social, debes tener en cuenta que es como si de crear una empresa normal se tratara. La única diferencia estriba en el objeto social del negocio, que no es otro que el de perseguir el interés colectivo de sus integrantes (las cooperativas por ejemplo) o el interés general económico o social.
¿Qué tipo de modelos existen para crear una empresa social?
Las empresas sociales que dan respuesta a necesidades del medio en el que viven pueden presentar diferentes modelos de negocio a través de los cuáles son beneficiosas para nuestra sociedad. Son muchas las empresas que son consideradas sociales por varios aspectos que presentan, pero que son muy dispares los unos de otras porque cada una ofrece una solución a un problema diferente.
Por ello, nos encontramos que empresas socialmente responsables basan sus modelos sociales en una de formas posibles que les permiten ayudar a la sociedad:
- A través del producto o servicio: hacen referencia a las empresas que ofrecen productos que dan solución a algún problema, mejoran la eficiencia de algunos procesos de producción, aportar tecnología nueva a personas que la necesitaban, o reducen/sustituyen costes que las personas no se pueden permitir. La política de precios y el tratamiento de las personas que no se pueden permitir el producto o servicio son claves para ser considerada como empresa social.
- A través del trabajo: las empresas que ponen el valor que tienen en la sociedad con el trabajo, utilizan colectivos en riesgo de exclusión, o con menos oportunidades, para realizar la actividad de la empresa. El modelo ideal consiste en estudiar las características de esos colectivos, teóricamente en desventaja, para ver en qué trabajos pueden aportar una ventaja competitiva.
- A través de la materia prima utilizada: los modelos basados en la materia prima ofrecen productos ya existentes en el mercado, pero elaborados con nuevos materiales que sorprenden al consumidor. Es el caso de los productos orgánicos o hechos con materiales no contaminantes. Lo más interesante es conseguir que los productos sean de la misma calidad que los que se busca sustituir y que valga la pena pagar algo más por él.
Consejos para la viabilidad de una empresa social
Son muchos los emprendedores sociales que realizan proyectos empresariales con el objetivo de dar respuesta a los diferentes problemas de la sociedad. Sin embargo, no todos son exitosos. Aunque muchas ideas son muy útiles e interesantes, muchos de esos proyectos se quedan en el camino porque no es posible su viabilidad empresarial. Por ello, es necesario conocer algunas recomendaciones para el éxito de las empresas sociales.
- Detección de oportunidades: es necesario ver dónde hay una oportunidad para saber cómo podemos dar respuesta a un problema. Hacer una empresa social porque sí no va a llevarnos a ningún lugar. Debemos analizar el mercado e investigar sobre qué forma podemos ayudar a mejorar la sociedad y acotar el campo de acción, sobre todo al principio. Al igual que la empresas normales, debemos de dedicarnos a una cosa en concreto, ya que no se pueden abarcar todas las necesidades sociales.
- Conocer el cliente: debemos ser conscientes de que, en ocasiones, la persona que se va a beneficiar de nuestro producto no es la misma que va a pagarlo. Deberás focalizar cada uno de tus públicos.
- Es una empresa, no es una ONG: es imprescindible realizar la gestión del proyecto como lo que es, una empresa. Es necesaria una dirección y una administración de la contabilidad que permita tomar decisiones sobre inversiones y gastos.
- Establecer un modelo de negocio rentable: al igual que todas las empresas, es necesario crear un modelo que genere beneficios, o por lo menos, que no genere pérdidas. Las empresas sociales no están enfrentadas a la generación de beneficios a través de la actividad que realizan, pero sí anteponen la solución al problema de la sociedad a la obtención de riqueza para el propio fundador.
- No depender de subvenciones: Es probable que al principio, las donaciones, las subvenciones y las ayudas nos echen una mano a relanzar el proyecto. Sin embargo, una de las claves es intentar que esta no sea la única fuente de ingresos de la empresa, ya que en el momento que desaparezcan, la empresa tampoco podrá seguir adelante. El objetivo es obtener una estabilidad financiera que permite la durabilidad de la empresa.
- Ofrecer un valor añadido a tu producto o servicio: este es uno de los puntos más importantes. Los productos y servicios que ofrecen las empresas sociales suelen tener un precio más alto por cuestiones obvias: mayor elaboración, materias más caras y acciones a favor del medio en el que vivimos. Por ello, debemos conseguir que las personas acceden a pagar un sobreprecio por el valor que posee nuestro producto o servicio frente a la competencia.
Legislación sobre empresas sociales
La legislación básica por la que se rigen las empresas sociales es la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social.
Luego, dependiendo de la forma jurídica que cada negocio adopte, la ley que regirá será diferente. Así, detallamos a continuación las leyes que corresponden a una empresa social en función de la forma jurídica que asuman:
- Ley 44/2015, de 14 de octubre, de Sociedades Laborales y Participadas. Esta ley deroga la que hasta ahora estaba vigente: la Ley 4/1997 de Sociedades Laborales.
- Si la empresa social adopta la forma de cooperativa, regirá la Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas. Las sociedades cooperativas están constituidas por personas que se asocian para realizar actividades empresariales encaminadas a la satisfacción de necesidades y aspiraciones económicas y sociales. Un famoso ejemplo de sociedad cooperativa es la cadena de supermercados Consum.
- Si la empresa social se desarrolla en torno a la figura jurídica de una asociación sin ánimo de lucro, debemos acudir a la Ley 1/2002 reguladora del Derecho de Asociación.
- Si se tratara de una fundación, la empresa social se desarrollará en base a lo estipulado en la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones. ¿Qué entendemos por fundaciones? Organizaciones constituidas sin fin de lucro y cuyo patrimonio destinan de modo duradero a la realización de fines de interés general.
Incentivos para empresas
Las empresas sociales disfrutan de toda una serie de incentivos, los cuales son necesarios para seguir incentivando y motivando el crecimiento y creación de este tipo de negocios.
Destacamos los siguientes incentivos para empresas sociales por parte del Estado:
- Promocionar la formación y readaptación profesional.
- Facilitar el acceso a los procesos de innovación tecnológica y organizativa.
- Fomentar el desarrollo de la economía social en áreas como el desarrollo rural, la dependencia o la integración social.
- Bonificaciones en las cuotas empresariales de la Seguridad Social durante 3 años, con una cuantía de 137,5€/mes durante el primer año; 66,67€/mes los dos años restantes.
- Bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social para empresas que contraten personas en situación de exclusión social.