Dan Coyle en su libro Las Claves del Talento, tras estudiar casos paradigmáticos concluye que el talento no es un don misterioso que responde a las leyes del azar y la genética. La capacidad para potenciar nuestras habilidades es accesible para cualquiera de nosotros, sólo se trata de aplicar técnicas que nos ayuden a desarrollarlas. En concreto, aporta estas claves para desarrollar las habilidades:
- Absorberlo todo. Dedicar cierto tiempo a observar o escuchar la habilidad que se quiere adquirir (la canción, el movimiento, el ritmo…), hasta ser capaz de imaginarse a uno mismo poniéndola en práctica. En los semilleros del talento se utiliza la imitación.
- Dividirlo en trozos. Descomponer una habilidad en las piezas que la integran, memorizarlas individualmente y luego unirlas en unidades de agrupamiento cada vez más grandes.
- Reducir la velocidad. Trabajar lentamente permite prestar más atención a los errores, lo que conlleva un mayor grado de precisión en cada activación.
- Repetir. No hay nada que sea más eficaz a la hora de construir la habilidad que ejecutar la misma acción una y otra vez.
- Aprender a sentirlo. Percibir un conjunto de sensaciones secundarias que están asociadas a la adquisición de nuevas habilidades. Es la sensación de intentarlo, quedarse corto y volver a intentarlo.
Potenciar el talento se ha convertido en uno de los principales desafíos de las empresas españolas. La retribución es el elemento clave, pero a las pymes les cuesta competir con los sueldos que ofrecen las grandes compañías. En estas circunstancias, retener a los mejores empleados es una misión bastante difícil.
Sin embargo, más allá del salario propiamente dicho, existen una serie de opciones para potenciar el talento en la empresa. Se trata de elegir las opciones que mejor se adecúen a nuestros empleados y que, además, no cuestan nada de dinero.
Fomenta un buen clima laboral
Según un reciente estudio de Ranstad, casi la mitad de los trabajadores españoles (el 49%) señalan al clima laboral como uno de los elementos más valorados en una empresa. Es más fácil que los trabajadores que están a gusto en su puesto de trabajo desarrollen sus habilidades y su creatividad. Y aunque se trata de un elemento que puede esquivar el control de la empresa, lo cierto es que la organización puede fomentar un buen clima laboral.
Respetar la diversidad, no hacer agravios comparativos entre empleados o respetar el principio de no discriminación son algunas de las cosas que cualquier empresa podría poner en marcha para aumentar el bienestar laboral y fomentar un buen ambiente en el trabajo.
Cuida tu comunicación
La comunicación juega un papel muy importante. Es imprescindible no solo emitir un mensaje a los empleados, sino también saber escuchar y atender sus peticiones. La comunicación debe ser bidireccional y orientada a la satisfacción de las necesidades de los trabajadores.
Además, el intercambio de información debe ser constante. De este modo, se consigue evitar redundancias, reducir tiempos y, en consecuencia, mejorar la productividad de la empresa. Pero también es importante determinar qué tipo de información se ajusta a las necesidades de la empresa y seguir los pasos adecuados para implementarla.
Proporciona las mejores herramientas
De nada sirve que un trabajador sea el mejor en su área de especialización si no cuenta con las herramientas adecuadas para desarrollar su talento. Como empresa, debemos de proporcionar a nuestros empleados los mejores medios para ejercer su trabajo, siempre dentro de nuestras posibilidades.
De no ser así, el sentimiento de frustración está más que asegurado. Y en estas circunstancias, retener y potenciar el talento humano en la empresa se antoja una misión casi imposible.
El ‘Self Management’
El Self Management es un concepto psicológico cuya teoría viene a decir que debes conocerte a ti mismo antes de conocer a los demás. Se trata de la gestión de uno mismo, y se traduce en un conjunto de herramientas orientadas a trabajar aspectos sociales dentro de las empresas.
En las empresas, es una forma muy útil de romper con el carácter asimétrico y la jerarquía de las empresas, dando paso a una organización con un enfoque mucho más personalista que permita mejorar la comunicación entre sus diferentes miembros.
Intentar ser la empresa más innovadora
El talento siempre ha estado asociado a la innovación empresarial, un concepto muy de moda que incluso los líderes políticos han querido atribuirse en sus campañas. Sin embargo, en un entorno tan competitivo, resulta complicado ser una organización más puntera y tecnológica que el resto.
Por eso, es necesario que las plantillas cuenten con los conocimientos suficientes para impulsar la innovación. Para ello, es interesante contar con profesionales que puedan aportar sus puntos de vista y unos conocimientos tecnológicos mínimos.
Conviértete en una ‘Employer Branding’
La imagen que tiene su empresa de cara al exterior es un aspecto fundamental para captar y mantener clientes. Pero también para potenciar y retener el talento. De hecho, un reciente estudio de Ranstad aseguró que un 50% de los candidatos afirma que nunca trabajaría para una empresa que tuviese mala reputación.
Para las empresas actuales, el Employer Branding es tan importante o más que su imagen exterior. Y no solo porque los mejores empleados quieran trabajar en empresas socialmente responsables, sino también porque son el mejor altavoz para vender tu negocio al exterior.