La franquicia como modelo de negocio, se basa en la relación comercial de 2 partes , y para que ésta tenga éxito es necesario que la relación que sustenten sea de éxito también. Para ello es fundamental apoyarse en 3 puntos:

¿Cómo debe ser la relación entre franquiciado y franquiciador?
Estos los aspectos por los que se debe regir una relación o contrato de franquicia para que sea productivo y beneficioso para las dos partes.
1. Buena comunicación vertical: los franquiciados y el franquiciador deben comprender que sus intereses son “compartidos”.
2. Una sólida red de franquiciados: los franquiciados son el motor que permite crecer a la franquicia, por tanto tener un entrenada y consistente red es un potente elemento de venta y distribución. Esto solo se consigue dando servicio de formación continuada.
3. Vínculos compartidos: la consecución de los dos puntos anteriores permitirá el establecimiento de vínculos duraderos, basados en la confianza, el respeto mutuo y compartir un bien común.
Es obvio que se desprende de estos tres puntos que un punto importante de la expansión de la franquicia, es realizar una buena selección de franquiciados.
Este aspecto clave suele delegarse en la mayoría de los casos en la experiencia empresarial que tenga el franquiciado.
¿Cuáles son las relaciones que existen entre el franquiciado y el franquiciador?
En ocasiones el franquiciador puede asemejarse mucho a la figura de un jefe y el papel del franquiciado se puede identificar con el de un empleado, a pesar de que el franquiciado sea un emprendedor. Por esta razón ser franquiciado conlleva tener un carácter emprendedor y proactivo pero también disciplinado y que sepa reportar resultados.
Los tipos de relaciones que se establecen entre el franquiciado y el franquiciador pueden marcar el rumbo de la franquicia y el éxito de la misma, por ello es importante que ambas figuras se retroalimenten y sepan complementarse.
1. Franquiciador como progenitor
En estos casos la relación con el franquiciador se asemeja a la que existe entre un padre y un hijo, en la cual se orienta, asesora y acompaña al franquiciado a la hora de crecer como empresario.
Partiendo de los manuales de la franquicia y los diferentes cursos de formación, esta figura acompaña a la persona que adquiere su franquicia paso a paso, con sus consejos y recomendaciones hasta que se crea una figura completa y capaz de gestionar la actividad de la empresa sin problemas y ofrece apoyo en todo momento.
2. Franquiciador como jefe
Una de las clases de relaciones que se establecen entre el franquiciado y el franquiciador es la de jefe, en este aspecto es una figura rígida que no permite una gran comunicación, ni motiva en exceso a sus empleados o franquiciados. Las decisiones del franquiciador las toma este de manera independiente sin contar con la opinión de sus franquiciados. En estas relación se adquiere un papel estrictamente de jefe, en el cual cumple con sus funciones pero no se establece una relación de confianza o más cercana.
3. Franquiciador como socio
Este modelo de negocio permite que el franquiciador sea como el “socio” del franquiciado, dado que se embarcan juntos en esta aventura. A pesar de el franquiciado tenga unas funciones y el franquiciador otras, ambos dependen del rendimiento del otro y trabajan mano a mano para conseguir los mismo objetivos.
Cómo crear una buena relación entre el franquiciador y el franquiciado
Si deseas emprender de la mano bajo este tipo de modelo de negocio, ya sea franquiciado tu negocio o comprando una franquicia, debes tener claros ciertos aspectos y cuestiones que deben trabajarse para que esta relación sea fructífera:
- Establecer siempre un diálogo abierto, una escucha activa y una conversación que fluya en ambos sentidos favorecerá tener una buena comunicación.
- Compartir los valores y la cultura de la marca puede unir a los responsables de la cadena de la franquicia.
- Además de saber hay que dejar hacer, es decir que la mezcla entre saber y hacer puede ser el mix perfecto para que la fórmula de la franquicia funcione y que la relación entre ambas figuras prospere.
- Facilitar el funcionamiento de los procesos a través de los manuales de la franquicia y de los cursos de formación es una de las claves para que ambas figuras se lleven bien.
- Por otro lado, una persona que sea proactiva tanto en un papel como en otro puede motivar a los que trabajan en su entorno, promover actitudes positivas y a desarrollar nuevos productos o servicios para que el negocio se reinventa continuamente y mejore.
- Es relevante depositar la confianza tanto en el franquiciado como en el franquiciador, de otra forma este tipo de contrato no tendrá sentido a largo plazo.