Antes de entrar en materia, debemos tener algo muy claro, y es que, lo que no te mata, te hace más fuerte. Son necesarios momentos de crisis, de crispación y turbulencias para superarse, crecer y conseguir metas que quizás hubieran sido inalcanzables. Es en momentos de crisis cuando una persona puede progresar a niveles inimaginables, y a veces estos momentos son consecuencia de tiempos convulsos dentro de tu empresa.
Sabiendo de la necesidad de perder para crecer, el siguiente paso es entender que todo el control de uno mismo, reside en la mente. Ni los sucesos o circunstancias pueden dirigir tu vida, pero la mente es capaz de controlarla. En momentos donde tu puesto de trabajo te hace tambalear o te crispa, podemos utilizar algunas herramientas para no desestabilizarnos y utilizar las circunstancias incluso para alcanzar nuestro máximo potencial. Aquí unas cuantas herramientas:
Equilibrio
Con el fin de crear un equilibrio en la vida de uno mismo, no puede haber un sustento prioritario al resto. Recuerda, la prioridad eres tú, y para ello, son varias patas las que deben sustentar por igual tu propio cuerpo. Priorizar el trabajo ante tu familia, amigos, o tu bienestar, es un error, pues esto sin duda causará un gran desequilibrio en tu vida interior fortaleciendo únicamente la rama profesional. Cuando una pata se desnivela, tienes otras que pueden aportarte la fortaleza necesaria para igualar la dañada y volver a la armonía, pero cuando únicamente aportas valor o te centras en una, si algún día cae, tu vida entera puede desmoronarse.
Un hobby
Pescar, bailar, escalar o escribir puede, para muchos, resultar poco productivo, pero invertir tiempo en nuestros propios hobbies, supone una gran ventaja para enfrentarnos con mayor fuerza a nuestra parcela personal y profesional.
Olvidarnos de nuestras preocupaciones, recargar las pilas, aprender a respirar, ampliar nuestra creatividad o relacionarnos con nuevos grupos son todo beneficios que podemos extraer de los hobbies. Estos beneficios nos aportan claridad mental, fortaleza, sosiego y la energía suficiente para ser un buen líder empresarial, trabajar en grupo y afrontar con positividad cualquier situación. Obtendremos, en definitiva, un mayor rendimiento y una productividad mayor.
Motivación intrínseca
Limitarse a reaccionar a los acontecimientos en lugar de adelantarse a ellos, es quizás la peor forma de evitar un problema o enfrentarse a ellos. El ser proactivo y anticiparse a las situaciones puede incluso hasta salvar tu empleo.
Podríamos decir que estar motivado es la clave del éxito, tanto en la vida personal como en la profesional, y ello conlleva una previa preparación. Determinar tus objetivos y ponerles fecha, salir de la zona de confort o pactar metas con uno mismo son formas de motivación intrínseca que te ayudarán a dar valor y encontrar porqués a tu vida. Evitarás que lleguen esos tiempos convulsos.
Competir contra uno mismo
¿Qué hay de malo en admirar al prójimo y tenerlo como inspiración para superar tus propias metas? Debemos dejar de lado las malas vibras y enfocarnos únicamente en todo lo que nosotros y solamente nosotros podemos alcanzar. Que el logro del vecino nos sirva únicamente de empuje.
Compitamos entre nosotros mismos, ya que cada individuo tiene sus propias capacidades y experiencias, y las comparaciones son odiosas. Siempre habrá alguien mejor que tú en un aspecto en particular, pero trabajar en uno mismo para superarse es lo más inteligente y realista. Cuanto más fuerte, más preparado para afrontar cualquier obstáculo.
Llegados a este punto y tras ver 4 herramientas útiles para superar los tiempos convulsos dentro de una empresa, podemos llegar a la conclusión de que no hay nada como trabajar en uno mismo para afrontar diversas situaciones. El antídoto perfecto es cuidarse, y comenzar cuando todo está bien, en calma, no cuando se avecinan las turbulencias. Un plan de mejora personal es esencial para ver la vida con pensamiento positivo.