Proceso de digitalización: ¿Por qué es esencial para una pyme?

Paula García

El proceso de digitalización y la importancia para las pymes

Hace unos años, un autónomo o una pyme podría hacer crecer su negocio sin necesidad de aplicar acciones de marketing digital. Sin embargo, a raíz de los cambios derivados de la pandemia de Covid-19, la situación ha cambiado.

En la actualidad, las empresas han tenido que enfrentarse a nuevos retos y se ha acelerado la digitalización en la mayor parte de las compañías. Aunque puede que la realidad empresarial analógica aún sea plausible en algunos negocios, esta tendencia es cada vez menor.

En el mercado, ignorar el uso de las nuevas tecnologías puede suponer una pérdida de productividad, eficiencia y tiempo. Por tanto, puede conllevar situarse en una posición menos ventajosa frente a los competidores.

En otras palabras, la digitalización es una realidad prácticamente inevitable. Y lo es tanto para las grandes corporaciones como para las pequeñas y medianas empresas. Estas últimas quizás cuenten con menos medios para afrontar esta transformación, lo que explica que el porcentaje de pymes que ha conseguido integrar las tecnologías digitales en su negocio sea inferior al de las grandes empresas. Los datos indican que solo lo han aplicado un 20% de las pymes, frente a un 55% de las grandes empresas.

De hecho, muchas pymes ni siquiera tienen claro cómo llevar a cabo ese proceso. Por ello, si es tu caso, en este artículo haremos un repaso de las principales cuestiones a tener en cuenta para llevar a cabo un proceso de transformación digital. ¡Apunta!

¿Qué implica el proceso de digitalización de una pyme?

Es necesario aclarar que todo proceso de cambio conlleva una serie de riesgos que es necesario identificar y minimizar durante el proceso. Estos riesgos varían: desde el aspecto financiero y de inversión, pasando por problemas de seguridad hasta riesgos de viabilidad al cambiar datos cruciales y pasarlos a un formato electrónico.

Obviamente, para hacer frente a riesgos financieros, es necesario tener claro el alcance de la inversión y las capacidades de la propia empresa. A su vez, para evitar los problemas de seguridad, se deberá hacer frente a unas políticas claras de seguridad.




La vulnerabilidad del formato electrónico puede evitarse de dos formas. La primera es tener un plan de respaldo para cualquier tipo de evento, como se detalla en este artículo de ExpressVPN. Pero, al mismo tiempo, también es recomendable realizar una copia analógica de aquellos activos cruciales para la empresa.

¿A qué nos referimos con la transformación digital?

Se trata de un proceso impulsado por los avances tecnológicos y los cambios en las tendencias de consumo y hábitos de la sociedad, que se dirigen a un mayor uso de las nuevas tecnologías en el día a día.

A través de la digitalización, se implementan cambios en las estrategias y en las metodologías de trabajo de las empresas. El principal objetivo es aumentar la competitividad y mejorar la eficacia de sus procesos. Ello acaba repercutiendo en diferentes ámbitos, desde la relación con los clientes y los empleados, el marketing y la toma de decisiones hasta en la cultura empresarial de la compañía.

De modo que, a medida que las formas de comunicación, de consumo y de empleo van cambiando, el proceso de digitalización busca adaptarse a los nuevos paradigmas para que las empresas puedan avanzar y ser más competitivas en el mercado.

¿Cómo se debe implementar en cada empresa?

El proceso de transformación digital debe adaptarse a las circunstancias concretas de cada negocio. Para ello, se deben tener en cuenta cuestiones como el sector, el tamaño, la madurez digital, los recursos, las capacidades y los objetivos de la empresa en cuestión.

En cualquier caso, formar un plan de transformación digital será el primer paso para encaminarse hacia esa meta. Para ello, habrá que analizar la situación presente de la empresa en cuestiones de digitalización y definir los objetivos, teniendo en cuenta las áreas de negocio en las que centrarse y estableciendo niveles de prioridad.

Es importante involucrar a toda la empresa en el proceso. Para ello, se deben esbozar las estrategias de formación necesarias para afrontar los cambios necesarios con éxito. Después, habrá que trazar una hoja de ruta eligiendo la tecnología y las herramientas digitales a implementar en cada uno de los proyectos o áreas de cambio.

Además, también habrá que analizar el impacto de esos cambios, teniendo en cuenta el periodo de transición necesario para implantar las nuevas realidades digitales. Para hacerlo, contar con asesoramiento experto será recomendable, sobre todo si no se tiene experiencia previa en el proceso.

Debemos ser conscientes de que la digitalización afectará a todos los ámbitos de la empresa, desde la estrategia, la filosofía y la cultura, hasta la experiencia del cliente, pasando por la seguridad, la infraestructura y el equipamiento, los procesos internos, e incluso, los propios productos y servicios.

Supone, sin duda, un auténtico reto. No obstante, es fundamental para fomentar el crecimiento empresarial y tener éxito en los tiempos que corren.

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