Las empresas necesitan utilizar una cuenta bancaria para realizar todo tipo de ingresos, pagos y cobros de forma segura y ordenada. Tener una cuenta bancaria es, por tanto, algo esencial para las pequeñas y medianas empresas. La mayoría de entidades bancarias suelen ofrecer diversos beneficios a las compañías para retener a estos negocios como clientes y evitar su fuga a otros bancos.
Las cuentas para empresas ofrecen un conjunto de ventajas muy interesantes. Por ello, crear este tipo de cuenta debe ser una de las primeras decisiones que se deben tomar a la hora de iniciar un nuevo negocio. Pero, realmente, ¿qué ventajas aportan las cuentas de empresa y cómo ayudan a las pymes a mejorar su rendimiento?
Las ventajas que aportan las cuentas de empresa para las pymes
Los principales beneficios que podemos citar sobre las cuentas empresa son los siguientes:
No incluyen comisiones para las pymes
Este tipo de cuentas de empresa están diseñadas para facilitar a las pequeñas y medianas empresas su operativa sin incrementar sus gastos. Para ello, muchas entidades ofrecen cuentas de empresa sin comisión de apertura, sin comisión de mantenimiento o sin comisión de administración.
Del mismo modo, tampoco suelen cobrar comisiones por transferencias ordinarias, por emisión de nóminas o por emisión de cheques, aunque siempre depende de la oferta de cada entidad.
Permiten tener un mayor control del negocio
Las cuentas de empresa ofrecidas por las entidades bancarias dan acceso a la banca online de la entidad. La mayoría de bancos están incorporando funcionalidades que permiten a las pymes controlar sus ingresos, gastos, tarjetas o movimientos del TPV. Con ello, ayudan a los empresarios y autónomos a conocer cada movimiento que se realiza en su negocio. Pueden generarse, de este modo, datos estadísticos y mostrar gráficos que ayuden a interpretar el funcionamiento de la empresa.
Más acceso a la financiación
Una cuenta empresarial en una entidad bancaria siempre va a proporcionar un mayor acceso a la financiación del banco. Puede ser a través de préstamos para hacer crecer tu negocio, anticipar cobros o pagos, abrir líneas de crédito para utilizar cuando sea necesario o descontar pagarés y facturas para ganar en liquidez.
Es decir, este tipo de cuenta ofrece mayores posibilidades de financiación para empresas que una cuenta bancaria tradicional.
Línea directa con un gestor
Aunque siempre depende de la forma de trabajar de cada entidad bancaria, las cuentas de empresa suelen contar con un gestor o empleado de banca de confianza. Este profesional se encarga de atender a la empresa de forma rápida y resolutiva ante cualquier solicitud, petición de financiación o resolución de dudas que pueda tener lugar.
De esta manera, las empresas pueden “saltarse” los cauces habituales para obtener una ayuda más personalizada y en el menor plazo de tiempo posible. Esto es esencial para tomar las decisiones que puedan afectar al funcionamiento del negocio y a su actividad de una forma más rápida.
Mayor precisión contable
Utilizar una cuenta bancaria de empresa permite al negocio tener una mayor precisión a la hora de registrar sus movimientos contables y de conciliar dichos movimientos con sus programas de contabilidad.
Con ello, se reducen de manera significativa los errores y se aumenta el control tanto de los ingresos como de los gastos. Además, se pueden hacer previsiones utilizando la información recopilada de cada mes de años anteriores y así comprobar la evolución de ingresos y gastos de la empresa.
Terminal TPV
Al tener una cuenta bancaria de empresa, cualquier autónomo o pequeña y mediana empresa va a tener a su disposición un servicio de terminal TPV para realizar cobros con tarjeta a precios muy reducidos.
Esto supone algo esencial para los negocios que desean adaptarse a las nuevas formas de pago de los consumidores, que optan cada vez más por medios telemáticos antes que por pagos en efectivo. Algo que ayuda, además, a tener menos efectivo en caja ante posibles intentos de hurto o atracos.
No mezclar con la cuenta personal
Otra razón por la que contratar una cuenta bancaria de empresa a la hora de iniciar un negocio o proyecto empresarial es evitar que se mezclen los gastos personales con los de la actividad de la compañía.
De esta forma, se lleva un mayor control de los movimientos y se evitan confusiones. Cuando el negocio se emprende entre dos o más socios, esto no es nada aconsejable y es preferible tener dos cuentas bancarias separadas.
Facilitar la declaración de impuestos
Cualquier empresa se enfrenta a multitud de obligaciones de carácter tributario desde el inicio de su actividad. Tener una cuenta corriente de empresa en la que todos los movimientos queden registrados va a simplificar mucho el proceso a la hora de realizar alguna declaración de impuestos.
Y, si la empresa recibe una inspección de la Administración Tributaria, va a facilitar mucho el acceso a la información y el proceso.
Mayor profesionalidad
A la hora de dar el número de cuenta bancaria y el titular de la misma a una empresa, queda mucho más profesional dar un número de cuenta bancaria de empresa que un número de cuenta personal. Aunque parezca un detalle sin demasiada importancia, lo cierto es que puede influir de forma positiva o negativa en la percepción que los clientes y proveedores puedan crearse sobre la empresa.
Estas son algunas de las razones por la que crearse una cuenta empresa en una entidad bancaria. En resumen, es una forma de tener acceso a mejores condiciones y a interesantes ventajas que las entidades ofrecen a las pymes para favorecer su crecimiento y su desarrollo. Gracias a ello, buena parte de las pymes y autónomos se crean una o varias cuentas empresa para su negocio.