¿Has implementado alguna vez el sistema de leasing o arrendamiento financiero? Si deseas saber qué es y de qué se trata esta innovadora propuesta, estás leyendo el artículo correcto.
Te explicaremos con una terminología sencilla todo lo relacionado con el tema. ¿Te interesa?
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¿En qué consiste el leasing?
El leasing o arrendamiento financiero es el contrato mediante el cual el arrendador otorga el uso y goce de determinados bienes (normalmente un vehículo) por un plazo previamente establecido y acordado, donde la persona que recibe el bien debe pagar una cantidad al arrendador.
Una de las principales ventajas del leasing es que, cuando finaliza el plazo estipulado, el arrendatario tiene la opción de comprar el vehículo al precio predefinido, devolverlo o en su defecto prorrogar el plazo del contrato por otro periodo.
Pongamos un ejemplo para que lo entiendas mejor:
Supongamos que tienes un restaurante de comida rápida y quieres ampliar tus ventas abriendo un servicio a domicilio, pero no cuentas con un vehículo o un medio para hacer el transporte de los pedidos de los clientes directo hasta sus casas.
¿Puedes comprar un vehículo? No es tan sencillo. Si estas iniciando tu negocio o si aún no cuentas con las ganancias suficientes, adquirir el vehículo de forma inicial no es la mejor estrategia.
Sin embargo, el contrato de arrendamiento financiero con el que puedes utilizar el vehículo para tu negocio, te dará la opción a compra previo a un alquiler de prueba. Generalmente la duración de este tipo de contratos es de dos años.
El arrendador que puede ser una entidad financiera, te cederá el derecho de uso del vehículo por un plazo de tiempo determinado y acordado por ambas partes, y a cambio de ello, él recibirá un pago del alquiler por tu parte.
Como comentábamos en el punto anterior, una vez finalizado el plazo acordado podrás decidir si comprarlo, seguir alquilándolo o desistir de la idea.
Diferencia entre leasing y renting
En el caso del renting, sin embargo, el emprendedor puede alquilar el vehículo a largo plazo, pero sin opción a compra tras el arrendamiento.
Aquí los gastos de seguro, mantenimiento, averías e impuestos recaen sobre el autónomo en puesto del arrendador, como sucede en el leasing.
Otra diferencia importante es que en el renting no es necesario que el contrato de alquiler se firme en un banco, ya que esta modalidad no se encuentra regulada por la ley.
En definitiva es un sistema dirigido a la funcionalidad y no a la inversión, como es el caso del leasing. La ventaja principal del renting es la posibilidad de deducción del gasto en la contabilidad al tratarse de un gasto de alquiler. Ahora veremos cómo actúa el leasing en los libros de contabilidad.
El leasing en contabilidad
Los contratos de arrendamiento financiero suponen importantes ventajas fiscales y en la contabilidad para aquellos profesionales que deciden incluir este sistema en sus empresas.
Un detalle que hay que tener en cuenta es que tanto en el leasing como el renting influye el grado de utilización del vehículo para el desarrollo de la actividad comercial.
Y es que, la ley tributaria no contempla el empleo parcial del bien adquirido por arrendamiento financiero, para la deducción de las cuotas. Por lo que si piensas utilizar el bien para uso personal y comercial, no podrás incluirlo como gasto en tu contabilidad.
En el caso del IVA, la ley presupone la posibilidad de deducción total a no ser que el vehículo arrendado sea un turismo, para lo cual solo aceptará el 50% de la cuantía económica.
No obstante, en el caso del leasing para aquellos bienes de afectación total, el empresario podrá deducirse las cuotas totales, tanto para la recuperación de la inversión como para el gasto global.
Para realizar la amortización, la Agencia Tributaria dispone de una serie de tablas predefinidas adaptadas a los distintos casos de negocio.
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Modelo de contrato de Leasing
Aquí podrás encontrar una plantilla para realizar tus contratos de leasing. Tan solo deberás introducir los datos necesarios en los huecos correspondientes para plasmar las condiciones pactadas entre las diferente partes que forman la relación contractual.