La idea de invertir en bolsa puede recordarnos imágenes como la frenética Bolsa de Nueva York, o tal vez nos haga pensar que invertir esta únicamente al alcance de quienes ya tienen un gran patrimonio, o están más avanzados en sus carreras profesionales que nosotros. Sin embargo, nada de esto puede estar más lejos de la realidad. Conoce algunos productos de inversión que pueden beneficiar a tu empresa como las cuentas de ahorro y los depósitos bancarios.
La inversión puede ser una de las mejores maneras de hacer crecer nuestro negocio, aportando una vía de ingresos extra descorrelacionados con la línea de negocio principal. Además la mayor parte de los productos de inversión actuales son accesibles para cualquier tipo de organización, algo que nos facilitará mucho la entrada y la rentabilidad que podremos obtener.
Los 5 mejores productos de inversión para tu empresa
Desde fondos de inversión, depósitos bancarios o bonos corporativos, existe una miríada de posibilidades para sacar provecho de la caja que tenemos en nuestra empresa, haciendo nuestras finanzas aún más eficientes.
Sin embargo, los factores concretos de cada tipo de inversión influirán mucho en que retorno y que riesgo asumimos en cada momento. Hemos seleccionado los mejores productos financieros para tu empresa, para que puedas aprovechar al máximo cada euro de beneficio de forma fácil, sencilla y con riesgo limitado.
1. Cuentas de ahorro y depósitos bancarios
Las cuentas de ahorro y los depósitos bancarios, especialmente aquellos bancos online o neobancos, nos ofrecerán la posibilidad de invertir nuestra tesorería en un producto sin riesgo, sin volatilidad y con un flujo de ingresos conocido de antemano.
Los tipos de interés de este tipo de productos no son muy altos, rondando apenas el 1%, pero sí que son recomendables para destinar tesorería a corto plazo, de 3 a 6 meses, y obtener algo de rentabilidad adicional para nuestra empresa. Para una pequeña empresa, poder tener cierta cantidad de caja depositada en este tipo de productos puede ser una gran manera de obtener unos beneficios con mínimo riesgo y con cierta liquidez a medio plazo.
Este tipo de productos busca ser más un sustituto de una cuenta corriente sin remuneración que un producto donde obtener lata rentabilidad, por ello es una muy buena base para establecer una estrategia de inversión en la empresa, donde tengamos entre 3 y 6 meses de gastos operativos, a modo de colchón de seguridad, y desde ahí podamos comenzar a construir inversiones en activos de mayor riesgo y rentabilidad.
2. Fondos del mercado monetario (FMM)
Los fondos de inversión del mercado monetario son un producto de inversión que se caracteriza por su bajo riesgo y volatilidad. Cuando invertimos en un fondo del mercado monetario (FMM), estamos comprando una cesta de activos de deuda pública, bancaria o corporativa de alta calidad y a corto plazo, con lo que estaremos no solo invirtiendo en bonos de bajo riesgo y alta liquidez, sino que lo estaremos haciendo de forma diversificada y a un bajo coste.
Este tipo de fondos son muy útiles para invertir los excesos de liquidez que tenemos en la empresa y que estamos dispuestos a exponer a un poco más de riesgo de mercado que manteniéndolos en un depósito bancario o en una cuenta remunerada.
Las empresas utilizan este tipo de fondos del mercado monetario como un seguro frente a caídas de los mercados y para protegerse de la volatilidad de otras inversiones, como la renta variable. Estos fondos al ser un producto de tan bajo riesgo nos ofrecerán una rentabilidad también baja, pero son una buena forma de construir una base sólida para nuestras inversiones.
3. Bonos del estado y deuda pública
La deuda pública es un tipo de bono en el que una entidad gubernamental (como el gobierno autonómico o estatal) pide prestado dinero a los mercados a cambio de un tipo de interés y un pago de cupones preestablecido.
Los vencimientos de este tipo de bonos van desde los 5 a los 10, 20 y 30 años. Los bonos del Estado y la deuda pública son considerados una inversión sin riesgo, ya que están respaldados por los ingresos que un gobierno puede obtener vía impuestos. A cambio de esa seguridad, las rentabilidades que podremos obtener con estas inversiones no serán muy alta, en torno al 1-2%.
4. Bonos corporativos
Los bonos corporativos son un tipo de activos de renta fija, como la deuda pública, pero en el que el prestatario es una empresa, no una entidad pública. Estos préstamos son considerados un escalón de riesgo por encima de los bonos del estado, sin embargo dependiendo del tipo de empresa nos ofrecerá un interés mayor o menor. Los rendimientos pueden ir desde apenas el 1% hasta el 5 o 6% si la empresa en cuestión a la que le prestamos nuestro dinero no pasa por su mejor momento.
5. Fondos de inversión
Un fondo de inversión es un tipo de producto que facilita la inversión conjunta de una capital entre muchos inversores diferentes. Son una forma sencilla de obtener diversificación desde el primer momento, al mismo tiempo que nos evita tener que comprar y gestionar una cartera de acciones o bonos por nosotros mismos.
Como empresa puede ser interesante dedicar parte de nuestro capital a fondos de inversión, ya sean de gestión activa o pasiva, como una vía alternativa de diversificar ingresos. Además son una forma conveniente de obtener mayores rentabilidades que con únicamente inversiones en deuda, al poder seleccionar fondos que combinen las acciones con la deuda, o inviertan en países o tipos de empresas concretos.