El director general es un alto ejecutivo que se ocupa de las operaciones generales de una empresa y de su rentabilidad. Dicho así, puede que te hayas quedado igual y sigas sin comprender a qué se dedica el director general de la empresa, un perfil que tiene un claro objetivo: asegurar la eficiencia, la productividad y el desempeño general de la compañía para que todo funcione bien. En ocasiones aparece como gerente senior, vicepresidente o directo ejecutivo, gerente comercial, etc., pero… ¿qué hace el director general?
Liderar y orientar a los trabajadores
Una de las vertientes de las que se ocupa el director general es el liderazgo del talento humano, y aquí podemos hablar de dos grandes responsabilidades. La primera es liderar al capital humano, los equipos de trabajo con los que cuenta la empresa. El director general debe ser un gran líder, estará capacitado para motivar y dirigir a sus trabajadores para que cumplan de la forma más eficiente posible con los objetivos establecidos. Para ello, debe estar bien preparado tanto académica como mental y emocionalmente.
Dentro de este rol de guía también será el responsable de orientar a los talentos de la empresa para que mejoren su productividad. De nuevo, nos encontramos con que debe ser capaz de dirigirlos hacia el éxito, pero siempre siguiendo las premisas de la junta directiva, el órgano empresarial que se encarga de supervisar la labor del director general. También será la encargada de marcar las directrices por las que se regirá la empresa, así que el director general debe hacer que su equipo no se aleje del camino marcado por la junta general en el camino hacia el éxito.
Diseño y desarrollo de estrategias
Quizá sea la responsabilidad más importante de un director general, ya que si lo hace bien tendrá éxito y su reputación subirá. En cambio, si no logra los objetivos empresariales su nombre estará en entredicho. Si quiere triunfar, debe centrarse en la mejora de los procesos internos y externos de la empresa. Por eso, es imprescindible que esta figura cuente con un gran conocimiento de todos los departamentos y áreas en las que se estructura la empresa, de modo que puede diseñar y poner en marcha planes estratégicos en cada uno de ellos.
Aquí se puede incluir el control y reorganización de los procesos estratégicos, tanto de los que ha diseñado el propio director general como de los que están en desarrollo desde épocas anteriores. Si asume el control de las diferentes estrategias, podrá analizar si funcionan de forma correcta y, en caso negativo, tomar las medidas que considere para acercarse al objetivo inicial. Sobra decir que para poder llevar a cabo esta última función este perfil debe estar ocupado por una persona con una gran confianza en sí misma, capaz de tomar decisiones de este calado.
Organización de recursos
La última área en la que tienen influencia estos profesionales es la organización de los recursos con los que cuenta la empresa y su administración. La compañía cuenta con una serie de recursos humanos, materiales o tecnológicos, y junto al departamento de administración debe decidir cómo están mejor invertidos, dónde son más rentables para la empresa. Dentro de la distribución de recursos humanos creará un orden jerárquico para facilitar la consecución de los objetivos fijados.
En resumen, podemos decir que el director general es el responsable de supervisar el trabajo de los empleados, controlar los recursos y fijar los objetivos y el camino a seguir para alcanzarlos. Cada vez son más las empresas que se decantan por incluir este perfil en su organigrama, ya sea dándole un área de actuación general o limitando su función en un área específica de la compañía, siendo así un perfil más especializado.