Las nuevas soluciones Fin Tech, aquellas que unen finanzas y tecnología, han revolucionado muchos de los aspectos más tradicionales tanto de la inversión como de la financiación de empresas. Tanto si se trata de una nueva forma de realizar pagos, aplazar compras o analizar tus gastos, la nueva ola de innovación y disrupción en las finanzas buscan crear algo que nadie haya pensado antes. Incluso los préstamos a empresas, un sector absolutamente tradicional dominado por los bancos ha sufrido una enorme revolución en los últimos años. El crowdlending se está convirtiendo en un fenómeno global, tanto desde el punto de vista de la financiación alternativa de empresas como desde la diversificación de inversiones. Veamos en qué consiste el crowdlending y cómo es su fiscalidad.
¿Qué es el crowdlending?
Los préstamos P2P (o peer-to-peer lending) son un modelo en el que los prestamistas (inversores) se conectan directamente con los prestatarios (empresas o particulares) sin que haya un banco de por medio. Todo el proceso está altamente automatizado por una plataforma diseñada específicamente para facilitarlo todo. Es similar al crowdfunding, donde un grupo de personas financian un proyecto o campaña de forma conjunta eliminando a la mayoría de intermediarios; es más, el crowdlending se puede considerar un tipo de crowdfunding, al igual que el crowdequity.
Los resultados de este nuevo modelo de financiación e inversión son muy atractivos, los inversores pueden obtener rentabilidades más altas que invirtiendo en préstamos comunes, como los bonos, y para los prestatarios, generalmente empresas, pueden financiarse a tipos de interés más bajos que los que conseguirían acudiendo a la banca tradicional.
La cantidad de dinero que un inversor puede invertir en un préstamo varía según la plataforma y sus preferencias. En la mayoría de los casos, los inversores prestan pequeñas cantidades a muchas empresas diferentes, construyendo una cartera de préstamos diversificada.
Para minimizar los riesgos, las plataformas que actúan como intermediarios realizan comprobaciones muy exhaustivas de cada uno de los prestatarios, su historial crediticio, su rating de crédito y sus operaciones pasadas.
¿A quién beneficia el crowdlending?
El crowdlending surgió a mediados de los años ochenta, cuando los avances en la tecnología y en Internet hicieron que el concepto de préstamos sin intermediarios comenzase a cobrar sentido. Sin embargo, no fue hasta después de la crisis financiera de 2008 cuando el sector despegó. Hoy en día existen plataformas de crowdlending en todo el mundo, con el objetivo de mejorar el proceso de financiación y de inversión entre particulares. El secreto de su éxito ha sido su sencillez.
Tanto los inversores como las empresas se benefician del crowdlending. Para los inversores, el crowdlending ofrece una oportunidad de diversificación.
Este tipo de inversiones tiene poca correlación entre las acciones, los bienes inmuebles y los índices. A largo plazo, esta baja correlación ayuda a reducir el riesgo de la cartera de los inversores. Para las empresas, el crowdlending actúa como una alternativa a los bancos. Probablemente ya lo sepas, pero suelen cobrar altas comisiones por sus servicios. Además, a los bancos no les gusta el riesgo. Riesgos elevados significan costes elevados, y unas comisiones más altas para quien busca financiación.
Fiscalidad del crowdlending
Por lo general, los ingresos del crowdfunding deben declararse beneficios en el año en que los recibimos. Como inversores deberemos declarar en nuestra declaración anual de la renta (IRPF) los beneficios obtenidos por los intereses que el prestatario nos ha ido devolviendo.
La mayoría de las plataformas, sobre todo aquellas que operan en España bajo el paraguas de la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) nos harán las retenciones pertinentes con cada cobro de intereses. Finalmente, en nuestro modelo de IRPF ajustaremos el pago de impuestos conforme a los tramos que nos sean aplicables (19%-21%-23%-26%).
Si invertimos en crowdlending desde una empresa, deberemos igualmente declarar estos ingresos en el Impuesto de Sociedades (IS).