A priori, pensamos que lo mejor y más aconsejable es que, si quieres gestionar tu propia empresa, la crees desde cero tú mismo. Sin embargo, hay personas que prefieren vender una empresa inactiva o preconstituida, a aquellas personas interesadas en la compra de las mismas.
Las empresas inactivas o preconstituidas se caracterizan porque no tienen actividad alguna. Están, por así decirlo, paralizadas. No obstante, el proceso a través del cual han llegado a estar sin actividad la empresa inactiva y la preconstituida no es exactamente el mismo.
¿Qué es una empresa inactiva?
Las sociedades inactivas son aquellas entidades que paralizan su actividad pero sin llegar al punto de disolverse. Se mantienen “en pausa”, a la espera de ser reactivadas o liquidadas por completo.
Dejar a una empresa en “inactivo” es un proceso bastante sencillo y económico, al contrario que los procesos de liquidación y disolución, por lo que son muchas las empresas que deciden acogerse a esta situación.
La sociedad inactiva, hasta que no se dé el proceso de disolución, sigue existiendo y, por ello, seguirá cumpliendo con sus obligaciones fiscales y mercantiles.
¿Qué es una empresa preconstituida?
Una empresa preconstituida es aquella empresa que se constituye con el fin de mantenerla sin actividad hasta que se proceda a su venta a terceros.
Una sociedad preconstituida, por tanto, se trata de una sociedad mercantil que nunca ha tenido actividad. Y es la principal diferencia que mantiene respecto a la sociedad inactiva.
En definitiva, tanto la empresa inactiva como la preconstituida, están sin actividad. Lo único que la inactiva, por su parte, ha tenido actividad durante un tiempo y, en lugar de disolverse, decide quedarse en pausa por si hay algún modo de reactivarse (por ejemplo, que haya un inversor interesado). La empresa preconstituida, por su parte, nunca ha tenido actividad y la tendrá cuando alguien esté interesado en comprarla.
4 Razones para comprar sociedades inactivas
Comprar sociedades inactivas presenta toda una serie de ventajas, tanto a nivel fiscal como mercantil. Las 3 principales razones son las siguientes:
- Olvídate del desembolso del capital social. Al ser una empresa ya constituida, no necesitas hacer un desembolso inicial, evitando ese primer paso a veces tan costoso, donde precisas reunir una importante cantidad de dinero para cumplir los requisitos legales (por ejemplo, para constituir una sociedad limitada, el capital social a aportar es de mínimo 3.000€). Además, tendrás disponible la empresa en un plazo muy breve, evitando la pesada burocracia.
- Antigüedad de la empresa. Ya sea por imagen de cara a proveedores o clientes, para solicitar ayudas y subvenciones estatales o, inclusive, para participar en una licitación pública. Son muchos los procesos en los que se exige que la sociedad tenga un mínimo de años de antigüedad, que avalan la experiencia y solidez de la entidad.
- Confidencialidad del comprador. Así como el que constituye la empresa está obligado a inscribirse en el Registro Mercantil, al realizarse una compraventa de participaciones, el comprador no tiene que hacerlo. De esta forma no se sabe quién hay detrás de esta empresas.
- Ahorro en tiempo y reducción de trámites burocráticos. Al comprar una empresa inactiva, piensa que ya tienes más de la mitad del camino recorrido. Dispones del negocio de manera prácticamente inmediata para empezar a trabajar.
Inconvenientes de comprar sociedades inactivas o preconstituidas
Comprar una sociedad inactiva o preconstituida tiene sus peligros. Uno de ellos es que el comprador podría tener responsabilidad por lo realizado con la sociedad con anterioridad a su compra.
Una empresa inactiva implica que en ese momento se encuentra paralizada, sin actividad. No obstante, debe seguir afrontando gastos y las deudas no desaparecen. Por ello, a la hora de comprar una empresa inactiva o preconstituida, hay que tener claro que quizá se deban afrontar obligaciones que no habíamos tenido en cuenta. Sin embargo, puedes conocer las cuestiones más importantes para vender una empresa con deudas y las gestiones que le rodean.
Por último, también cabe destacar que comprar una sociedad preconstituida es un poco más caro que montarla por ti mismo, ya que existe un negocio de gente que realiza este tipo de gestiones para ganar dinero. Aproximadamente por 1.500€ puedes tener una Sociedad Limitada en funcionamiento en menos de 24 horas.