Muchas sociedades con el tiempo se desintegran por diversos factores. Y es que una vez escogido al socio adecuado, el siguiente reto consistirá en llevar la sociedad a buen puerto haciendo que esta funcione con éxito.
Para ello, en primer lugar, es necesario definir de antemano los roles y responsabilidades al inicio de la relación. Se debe dejar por escrito y claramente especificadas las tareas de cada socio y los cargos que tendrán dentro del negocio. Luego, un abogado deberá certificar esta información para que sea legal.
En seguida, debemos hacer una planificación detallada del negocio, la cual incluya una clara definición de los productos o servicios, y un análisis de mercado con los aspectos que nos diferencian de la competencia, las necesidades y requerimientos del cliente, etc.
Es un hecho que las cosas se hacen mejor en equipo que en forma individual y en el mundo empresarial eso es una verdad irrefutable. Por ello hay que esforzarse por conservar nuestra sociedad y ocuparse de ella día a día para que funcione en armonía y rinda los frutos esperados.