Vivimos tiempos de transformación. Probablemente la más rápida y profunda transformación tecnológica que se haya producido en toda la historia de la humanidad. Unos cambios que vienen, sobre todo, de la mano de la tecnología, entendida en su más amplio sentido: en el campo de la producción, de la gestión y de la comunicación. Pero ¿cómo afectan las nuevas tecnologías a las empresas?
Pues, empecemos por lo evidente, el impacto de las nuevas tecnologías en las empresas es indiscutible y esencial. Pymes o grandes compañías, sea cual sea el sector al que se dediquen, no hay empresa que no experimente las consecuencias de la incorporación de las nuevas tecnologías empresariales. El aspecto en el que más se ven afectadas es el de la competitividad, que mejora ostensiblemente en aquellas compañías que son capaces de integrar estas nuevas herramientas.
Evidentemente, lo interesante desde la perspectiva de un empresario es sacar el máximo partido a esas tecnologías a su favor y minimizar sus posibles efectos negativos. Y, para eso, es imprescindible un mínimo conocimiento de este nuevo campo, como vamos a analizar.
¿Cómo influye la tecnología en la empresa?
Tecnologías como las redes sociales, la nube, el teléfono inteligente o el big data son los que destacan cuando hablamos del impacto de las nuevas tecnologías en las empresas. Su implantación en la sociedad es tan amplia y transversal que era imposible que no afectasen a las empresas. Y no en una, si no en múltiples áreas es dónde se ve cómo influye la tecnología en la empresa. Estas son las más significativas:
Productividad
Básicamente mejorando la gestión del tiempo y el acceso de más trabajadores a la información. Pongamos un ejemplo que va a clarificar mucho este punto: un instrumento como la nube permite el almacenamiento de infinitas cantidades de informes, documentos o programas. Cualquier empleado que lo necesite tiene el acceso a estos datos a toque de un clic. Menos trámites que no implican menos seguridad, gracias a las limitaciones de acceso por temas de confidencialidad u otros que se pueden instalar. Todo esto mejorar la eficiencia de los procesos y, por ello, la productividad de la empresa aumentará de forma considerable.
Expansión e internacionalización
No hay fronteras en el mundo digital o al menos no tan rígidas o insalvables como son las físicas para muchos empresarios. Internet facilita el contacto y la comunicación con países y mercados que hasta ahora eran inasequibles sobre todo para PYMES. No sólo para expandir mercado, si no para compartir conocimiento o encontrar posibles socios en cualquier rincón del mundo que permitan la internacionalización empresarial de cualquier negocio.
Influencia en la conciliación
No hay duda de que esta es uno de sus mayores impactos en el mundo laboral, el que los trabajadores puedan realizar una parte de su trabajo desde su casa, acoplando los horarios a sus necesidades personales o familiares. Un aspecto que sólo ha empezado a despuntar, entre otras cosas porque se está demostrando que esta flexibilidad repercute muy positivamente en la productividad.
Relaciones cliente/empresa
El término feedback viene íntimamente ligado a la comunicación directa, de tú a tú, que las nuevas tecnologías facilitan entre las empresas y los destinatarios de sus servicios o productos. De forma inmediata y sin intermediarios, se puede saber la acogida entre los usuarios, se pueden intercambiar opiniones. Esta cercanía fideliza al consumidor que se siente una parte de esa empresa.
Estos son sólo una parte de los asuntos en los que se denota cómo influye la tecnología en la empresa. Implica, por supuesto, una inversión tanto en equipamiento como en formación de los trabajadores. Pero las nuevas tecnologías están aquí no como un fenómeno circunstancial, han venido para quedarse. Emprendedores y empresarios deben tener en mente este ¿cómo afectan las nuevas tecnologías a las empresas? porque es su presente y futuro.
¿Cómo fidelizar a través de la tecnología?