Podemos definir los activos intangibles como los activos no monetarios, sin apariencia física, que son susceptibles de valoración económica. Son un elemento clave en el balance general de una empresa y en su día a día, ya que influyen tanto en los procesos como en la valoración económica.
Precisamente al generar valor pero no tener un soporte material decimos que son intangibles. Es difícil valorarlos, pero sin los activos intangibles la empresa perdería su valor diferencial. Por eso, es importante gestionar correctamente los intangibles para mejorar los números de la empresa.
Aumentar la capacidad para aumentar las ventas
Los activos intangibles nos ofrecen la posibilidad de desarrollar nuevas líneas de negocio que nos permiten mejorar la demanda, por lo que las ventas también serán superiores. Una buena gestión de intangibles como las patentes nos permite aumentar la producción de bienes con los recursos físicos (tangibles) que tiene la empresa.
Es más, si gestionamos bien los intangibles podremos generar más con los mismos recursos. Otro intangible que nos puede ayudar a generar más ventas es una mayor predisposición del cliente a pagar, por ejemplo por el nombre de la marca.
Los intangibles reducen los costes de producción
Al hilo de lo que decíamos en el punto anterior, no solo produciremos más con lo mismo sino que si eres capaz de desarrollar los intangibles necesarios y haces una buena gestión de los mismos los costes de producción se reducen, y la productividad de la empresa será mayor.
El ejemplo más claro es el del know-how: si sabes cómo hacer algo de forma eficiente (intangible), lo harás de ese modo y no a través de otras técnicas o estrategias imposibles a corto plazo y con un elevado coste económico.
Cesión de derechos de los intangibles
Decíamos que los intangibles generan un valor añadido a nuestros productos, pero también son una forma de aumentar los ingresos a través de la cesión de sus derechos. Por ejemplo, si tienes una patente o derechos de autor sobre algo que no te interesa desarrollar pero que puede interesar a otros actores del mercado, siempre puedes ceder los derechos de uso a cambio de una compensación económica. Así, un tercero explota el intangible, no pierdes el control y además obtienes un beneficio económico sin tener que hacer nada a cambio. Son los famosos royalties.
También nos encontramos con empresas que ceden gratuitamente los derechos de uso de algunos intangibles. En vez de una compensación económica, lo que consiguen es reforzar la imagen de marca, haciendo crecer este intangible. Y volvemos al principio: cuanto más nombre tenga nuestra marca, más dinero estarán a pagar los usuarios por ella así que la cesión gratuita será un win-win para la empresa.
Los intangibles en las operaciones entre empresas
Otra forma de gestionar los intangibles es su papel en las operaciones entre empresas. Podemos vender directamente el intangible, como pasa en los sectores de la investigación o la creación, pero también pueden ser un elemento más para hacer crecer el valor de la empresa.
Cuando la compañía tiene un intangible muy potente, su valor crece exponencialmente y esto se refleja tanto en las operaciones de compraventa como en contratos de colaboración, ampliaciones de capital o en el lanzamiento de franquicias.
Protege tus activos intangibles
Por último, conviene destacar la importancia de proteger los activos intangibles de tu empresa de cualquier amenaza externa que se pueda dar. Nunca sabes por dónde pueden llegar los ataques, así que protege bien los secretos industriales y comerciales de la compañía, pero también el software y las bases de datos para evitar ataques cibernéticos.
El registro de la marca, los diseños industriales o las patentes nos ofrecen un extra de protección, además de reforzar el atractivo de los intangibles de la empresa.