La asertividad es una de las características fundamentales que deben tener todas las empresa. Eso es bueno para que todos los empleados aporten todo su potencial en la organización y se tomen siempre las mejores decisiones empresariales.
Muchas veces se entiende la asertividad como algo negativo que genera conflictos y hostilidad entre los diferentes trabajadores de la empresa, pero debemos saber que esto no es así. La asertividad consiste en tener claras cuáles son nuestras posiciones u opiniones respecto a un tema y decirlas con buenas maneras pero a la vez con convicción para que se tengan en cuenta en todo momento. Esto es muy complicado para algunas personas, por lo que este artículo vamos a hablar de las diferentes formas que existen para mejorar la asertividad en el trabajo.

¿Cómo ser asertivo en tu empresa?
Aunque puedas crees que la asertividad es un punto en contra, está bien vista por la mayoría de los líderes y directivos de las empresas, ya que es una muestra de que sus trabajadores tienen convicción acerca de lo que se debe hacer en todo momento. Son muchas las empresas en las que los trabajadores siempre asientan con la cabeza cuando habla su jefe y hacen todo lo que les dicen. Pero en las empresas también se agradece que los empleados muestren sus opiniones y sean firmes con aquello que creen. Aquí mostramos algunas claves para ser más asertivo con tu jefe y compañeros de trabajo:
Ofrece tus opiniones con seguridad
Cuando estas con tus jefes o en una reunión de trabajo debes mostrar siempre cuál es tu punto de vista y ofrecer tu visión sobre cómo deben hacerse las cosas o qué decisión debe tomarse en todo momento. Lo debes hacer sin llegar a mostrarte agresivo, pero sin quedarte corto. Para ello, es necesario mostrarse seguro de lo que estás diciendo y sin titubeos, ya que si no convences de lo que estás diciendo tu opinión no se tendrá en cuenta, aunque tengas razón en lo que dices.
Para ello, evita frases como “no sé si estará bien…”, “quizás no os guste…” o “es solo una idea…”. Si estás convencido haz que se note en todo momento.
Pregunta a tus compañeros cómo te ven
Uno de los puntos más complicados que existen en valorar nosotros mismos cuál es nuestro grado de asertividad. Quizás nosotros estemos equivocados y seamos más agresivos de lo que pensamos o, por el contrario, necesitamos mostrarnos más firmes a la hora de hablar. Por ello, es fundamental preguntar a los compañeros cuál es la imagen que tienen de ti y, a partir de ahí mejorar según lo que te vayan diciendo.
Por otro lado, también puede utilizar la calculadora de asertividad que te dirá cómo eres de asertivo en tu vida. Tras conocer los resultados deberás decidir cuáles son las decisiones para mejorar en este aspecto.
Respeta las opiniones de los demás
La asertividad se basa en eso, conocer cuáles son nuestros derechos y opiniones e intentar mostrarlos sin atacar las opiniones de los demás. Al igual que pasa con las negociaciones en la empresa, unas veces tus opiniones se impondrán a las de los demás y otras no saldrán adelante porque hay otras que se consideren mejores. Lo importante siempre es respetar lo que dicen los demás, aunque tengas argumentos en contra de sus opiniones. En este caso, es cuando debemos mostrarlas con tacto para conseguir rebatirlas pero sin crear mal rollo con la otra persona.
Ten en cuenta el contexto de la situación
Una de las cuestiones fundamentales para ser más asertivo es la adecuación del lenguaje y de lo que se quiere transmitir al contexto en que se produce. Debemos saber que existe una gran cantidad de situaciones en las que podemos decir las cosas, pero en cada una de ellos se puede decir de forma diferente. Por ejemplo, no será lo mismo la forma de contar algo en una comida que en una reunión de directivos.
Además, también dependerá de cómo sean tus jefes. Es cierto que aún hay empresas que no valoran tan positivamente la asertividad, por lo que debes tener más tacto o tenerlo en cuenta para mostrar nuestras opiniones. Tampoco será lo mismo si las opiniones las muestra un directivo que un trabajador que acaba de llegar a la empresa. Todas estas cuestiones debemos de tenerlas en cuenta siempre que vayamos a iniciar un discurso para intentar ser lo más asertivo posible.