En nuestra rutina de trabajo, gestionamos una gran cantidad de labores y tareas. Por tanto, una buena planificación siempre ayudará a optimizar el tiempo y poder llegar a todo, sin que se nos olvide ningún pequeño detalle.
Una manera de poder priorizar tareas, planificar reuniones y avanzar proyectos es utilizando una agenda. De este modo, podrás anotar todas las cosas que tienes pendientes y establecer aquellas que son más urgentes. Las agendas personalizadas son una alternativa ideal para repartir entre los empleados y que así puedan ser más productivos en la empresa.
La agenda, un regalo perfecto para los empleados
Hoy en día, se hace mucho uso de la tecnología en el trabajo para organizar los horarios, las tareas y las reuniones que el equipo debe llevar a cabo. Sin embargo, existe la posibilidad de que los datos se pierdan o, incluso, no se consulten por parte de los empleados.
Por esta razón, recurrir al papel y fomentar una organización personal será mucho más eficaz. Para ello, una agenda personalizada puede ser un regalo ideal para los trabajadores. Cada uno de ellos podrá llevar un control de su tiempo y de sus funciones. Y es que, el tiempo es oro y sacarle el máximo partido será una de las claves del éxito en el trabajo.
¿Cómo elegir el mejor formato?
Antes de escoger un modelo de agenda, debemos pensar en qué diseño es el más adecuado para que se ajuste a las necesidades de nuestro trabajo. Además, habrá que analizar a qué tipo de trabajadores o personas va destinado con el objetivo de que le den un mejor uso.
En este caso, una agenda personalizada es un recurso ideal, ya que se puede establecer el diseño y formato tanto de las páginas interiores como de la portada exterior. Y, además, se puede incluir el logo o marca de la empresa.
Además, el tamaño de las agendas pueden variar según las características que deseamos que posean y del espacio que queramos que ocupen. Pueden ir desde tamaño bolsillo y tapa dura hasta tamaño A5 y tapa blanda.
¿Qué no debe faltar en una agenda personalizada?
Independientemente de si se trata de una agenda personalizada publicitaria o como regalo, hay tres elementos fundamentales que no pueden faltar: un calendario, hojas de notas y listas con recordatorios. De este modo, se podrán anotar todas las cosas importantes y optimizar el tiempo de trabajo.
Calendario
Hacer uso de un calendario será muy útil para apuntar las tareas más importantes de cada día y poder verlo a simple vista. Esto nos ayuda a que, una vez abramos la agenda y veamos la actividad prevista para el mes, podamos desplazarnos directamente a la página de un día en concreto y ver la descripción de la actividad o trabajo que tenemos que llevar a cabo.
Hojas de notas
Las hojas de notas, generalmente, se encuentran al final de la agenda y sirven principalmente para apuntar ideas. Esto evita que tengas que llevar una libreta o una agenda adicional para apuntar ideas o comentarios importantes.
Lista de recordatorios
Y, finalmente, otro aspecto clave es la lista de recordatorios. Lo ideal es que haya uno por mes, donde podamos apuntar todas las cosas importantes que debemos hacer, como entregas de trabajos, reuniones, presentaciones, eventos especiales, etc.
¿Agenda o planner personal?
Al regalar una agenda personalizada, no tienes que ceñirte a un determinado diseño y puedes incorporar diferentes elementos. Por ejemplo, puedes mezclar el formato de agenda con un planner personal para que los empleados la usen de forma más personal y puedan optimizar así su tiempo de trabajo.
Como podemos observar, la planificación es fundamental en el trabajo y, a través de una agenda, se puede mejorar la organización de nuestras tareas y funciones. Sin duda, es un regalo perfecto para que los empleados saquen el máximo partido a su tiempo.