A veces suele crearse una pequeña confusión entre marca y branding. Como todos sabemos la marca es por lo que nos va a reconocer nuestros clientes. La marca se relaciona con el nombre, el logotipo, es decir, ese distintivo que ponemos a nuestros productos y servicios para que sepan que es nuestra empresa la que los realiza. Dicho de un modo más simple es aquella gráfica que distingue a una empresa de otra.
No obstante, esto no define del todo qué es una marca. Esta no solo es gráfica, sino también los significados y percepciones que se tienen de la misma. Asimismo en el concepto de marca también entra el propósito de una compañía y como se posiciona con sus empleados, clientes, etc.
Pero también es cómo nos perciben el resto y lo que dicen de nosotros. En definitiva, se trata de crear un conjunto de significados que genera un valor, así como vínculos tanto dentro como fuera de la empresa. El éxito es saber gestionar dicha marca de forma adecuada.
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Definición de branding
Una vez que tenemos claro qué es la marca, definiremos qué es branding. El término procede del inglés. Y viene a ser el proceso para construir una marca concreta. En definitiva se trata de elaborar una serie de acciones para crear una marca determinada y generar valores asociadas a esta. Son muchas las ventajas de crear una marca personal o corporativa.
Precisamente, todas las acciones a realizar deberán estar orientadas a despertar emociones positivas en nuestros clientes. No se trata de vender una bebida, sino felicidad, por ejemplo. Debemos vender que nuestro producto es el mejor del mercado o que somos líderes. Se trata de proporcionar a nuestros clientes algo que mejore sus vidas al comprar nuestro producto o contratar nuestros servicios.
Quizá una de las definiciones más completas de lo que es branding nos los proporciona la Asociación Española de Empresas de Branding (AEBRAND). Lo definen como la gestión inteligente, estratégica y creativa de cada uno de los elementos tangibles o intangibles que crean la identidad de la marca. Se trata de construir una estrategia que sea relevante, lo más completa posible y que pueda sostenerse en el tiempo.
Para dicha estrategia tenemos que tener en cuenta el tipo de branding que nos vamos a encontrar porque él determinará la estrategia a seguir. Citaremos algunos de estas clases:
- Personal branding o branding personal. Se trata de trabajar la marca personal. Se suele trabajar sobre todo en marketing digital.
- Branding corporativo. En este caso sería desarrollar todos los conceptos y valores alrededor de la marca de una empresa.
- Co-branding. Alianza de dos empresas a través de una única marca.
- Digital branding. Conocer cuál es el prestigio de nuestra empresa en Internet.
- Marketing social o “cause branding”. Involucrar nuestra marca con un problema social, medioamiental o de salud.
- Branding awareness. Hasta qué punto nuestra marca es recordada.
- Branding emocional. Vincular nuestra marca con emociones.
¿Cómo desarrollar una estrategia de branding?
Como ya hemos comentado, el branding no es desarrollar el logotipo y ponerle nombre. Es mucho más. De ahí que sea primordial establecer un conjunto de acciones que se adecúen a nuestra marca.
A continuación, enumeraremos los pasos imprescindibles que debe tener cualquier estrategia de branding en una empresa.
- Definir los objetivos a lograr. En esta primera fase debemos de tener claro qué vamos a ofrecer a nuestros clientes que nos diferencien de los demás. En resumen, en esta primera etapa sentaremos las bases de nuestra empresa.
- Establecer quién es nuestro público objetivo. Deberemos conocer todos sus hábitos y su entorno.
- Cuál es el valor añadido. Buscaremos lo que nos diferencia de los demás negocios del sector.
- Investigación de mercado. Conocer quién es nuestra competencia y cómo está la situación del mercado.
- Dotar de personalidad a la marca. Nuestros clientes deben reconocer la marca nada más verla. Asimismo habrá que asociar valores a esa marca.
- El logo. Toda la información recopilada hasta ahora hay que darle forma. Deberemos elegir el color, la simbología y la tipografía que nos represente.
- Manual de comunicación y web. El logo elaborado en la fase anterior se extrapolará a toda la empresa. Debemos conocer cómo se debe aplicar en nuestros documentos internos y externos. Asimismo, es aconsejable elaborar una página web.