Gigantes del mundo empresarial como Apple aprovechan todas las oportunidades que tienen para resaltar su apuesta por la diversidad y la inclusión en sus plantillas como clave del éxito logrado. La diversidad y la inclusión siempre aparecen como aspectos a mejorar en el mundo de la empresa, algo que está en nuestras manos a través de los Recursos Humanos. Como demuestra el caso de Apple, una buena gestión de la diversidad competitiva solo puede ser beneficiosa para nuestra empresa. Vamos a descubrir cómo.
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¿Qué beneficios posee la diversidad en la empresa?
Innovación y creatividad son dos conceptos que perfectamente podemos asociar a la diversidad en la empresa. Al crear equipos de trabajo con diferencias formaciones y experiencias, es más fácil dar con la solución a los problemas que si todos los trabajadores tienen el mismo perfil. La diversidad da lugar a una mayor creatividad, lo que ofrece más valor añadido a la empresa. También es una forma más de retener el talento en tu empresa, ya que el trabajador se siente importante y no está amenazado por otro con un perfil similar.
Esta fidelización no se limita a los trabajadores, también es extensible a los clientes. El hecho de contar con empleados de diferentes perfiles nos permite una mayor empatía con los clientes, que se sentirán mejor atendidos y entendidos así que repetirán con nosotros. La diversidad también puede ser un foco de atracción de talento, muchas personas querrán trabajar con nosotros. En cierta medida, es lo que pasa con Apple: el buen ambiente, el talento que hay y la innovación son muy atractivos.
Una buena gestión de la diversidad corporativa nos permitirá, entre otras cosas, generar nuevas oportunidades de negocio, accediendo a nuevos clientes. El trabajo también será más eficiente, en gran medida porque los trabajadores estarán mucho más motivados y el ambiente de trabajo será muy bueno. Cuestiones como la igualdad de oportunidades y la no discriminación son clave para la competitividad de la empresa y el desarrollo empresarial, y de cara al exterior, tanto a clientes como a la competencia, transmite un claro mensaje.
Apostar por la diversidad en la empresa es sinónimo de flexibilidad, de adaptación a los tiempos modernos con un grupo integrado por trabajadores de diferentes orígenes demográfico, social o cultural; pero también con costumbres y habilidades personales. Las plantillas diversas contribuyen al desarrollo sostenible de la sociedad, cada vez se toman más medidas en este sentido, y es una forma más de posicionarse ante los competidores en un mercado cada vez más salvaje.
La inclusión en la empresa
Ya hemos dicho que trabajar a favor de la diversidad y la inclusión, con el objetivo de romper las barreras discriminatorias a las que se enfrentan muchos grupos sociales desde hace décadas, es cosa de todos. En este sentido, la apuesta por la inclusión es un síntoma de responsabilidad social, ya que evolucionamos a una sociedad cada vez más inclusiva. Las empresas deberían ayudar a mejorar la sociedad del lugar donde actúan, y este es un muy buen primer paso para ello. Además, está la función ejemplarizante que puede llevar a otras muchas empresas a seguir sus pasos.
A lo largo de la historia ha habido cierta tendencia hacia la discriminación de ciertos colectivos por cuestiones de género, raza, origen, edad o discapacidad. Una discriminación que ha impedido a las empresas contar con todo el capital humano necesario para ser competitivas y adaptarse a las demandas del mercado. Por suerte, cada vez son más las medidas destinadas a luchar contra esta discriminación y a favor de la inclusión de unos colectivos vulnerables que aportan un plus a la empresa y sin los cuales sería imposible competir en el entorno laboral actual.