¿Hace tiempo que te ronda por la cabeza la idea de gestionar tu propio negocio? ¿Crees que estás preparado para ser emprendedor y montar un negocio pero no necesitas datos objetivos que te demuestren que lo estás?
Tranquilo, te damos las claves para que puedas comprobar si puedes ser capaz de emprender un negocio y crear una empresa que tenga garantizada su viabilidad en un futuro.
Cómo saber si estoy listo para emprender
Hay varios factores que te pueden ayudar a discernir si estás preparado para montar un negocio. Para empezar, deberás hacerte varias preguntar para aclarar conceptos y evitar posibles errores que puedan derivar del entusiasmo inicial de haber dado con una idea de negocio que te inspira. También deberás aprender a superar tu miedo a emprender un negocio desde cero.
Si uno de los factores por lo que es que quieres montar un negocio es para ser tu propio jefe y disponer de tu tiempo con mayor libertad, olvídate, sobre todo los primeros meses de actividad.

No es que vayas a dejar de tener jefe, es que vas a pasar a tener varios: empleados, proveedores, clientes, etc., a todos estos tendrás que rendir cuentas porque tú eres la nueva cara visible, el responsable.
En cuanto a la gestión del tiempo, debes estar preparado para invertir muchas más horas de trabajo a las que probablemente estés acostumbrado.
¿Cuál es el momento perfecto para emprender?
No existe el momento perfecto para empezar un negocio, pero deberás contemplar si, al menos, no hay una situación desfavorable que ponga en riesgo su viabilidad.
En primer lugar, deberás contemplar si tú como emprendedor eres viable para el proyecto. Esto es, si para desarrollar inicialmente tu proyecto hace falta un importante componente comercial y careces de aptitudes relacionales y negociadores, quizá no vas a desarrollar un proyecto con el que sentirte implicado.
Si tienes experiencia en el sector puedes considerarlo como un plus que le confiera a tu negocio las tablas que necesita para poder empezar a funcionar con más seguridad.
Tienes que tener muy claro en qué consiste tu idea de negocio: qué productos o servicios vas a ofrecer, cuál va a ser tu modelo de negocio y qué es lo que aporta tu empresa a la sociedad en términos de innovación.
Al mismo tiempo, conocerse a uno mismo es clave para conseguir un objetivo, por eso es necesario realizar un análisis DAFO de tu proyecto. Conociendo tus debilidades, amenazas y tus fortalezas y oportunidades podrás trazar una estrategia más realista y asumible que te conduzca al éxito.
Por otro lado, por lo que se refiere al mercado al que te diriges, deberás conocer cuál es tu público objetivo para poder definir la mejor estrategia comercial y maximizar el número y la calidad de tus clientes.
Haz un análisis de tu competencia: qué hacen concretamente, a qué precio, qué estrategias utilizan, etc. Toma ideas y mejóralas. Una vez hayas realizado esta actividad pregúntate cuáles son tus ventajas competitivas. Si las tienes, ve hacia adelante.
¿Es viable tu negocio?
Si tu idea, más allá de tu entusiasmo, tiene cabida real en el mercado, es hora de empezar a hablar de números. Esto es, es hora de preguntarse qué necesidades técnicas y financieras requiere tu negocio, ver cuáles serán tus gastos y tus ingresos, y con un plan financiero en la mano, ver si la idea que tanto defiendes es viable económicamente.
En el caso de que hayas convenido que poner en marcha tu nuevo negocio es viable económicamente deberás también analizar si el momento en el que vas a ponerlo en marcha es favorable.
Si tienes estos puntos clave resueltos y todo apunta a que tu idea de negocio puede ser viable, estás listo para emprender. Recuerda que los primeros meses requieren de mucho sacrificio y entrega, pero seguro que este esfuerzo inicial merece la pena si te avalan unas expectativas analizadas que son positivas.
Si el análisis de estos puntos es favorable ahora sí puedes decir: “soy capaz de llevar mi empresa correctamente”. ¡Ánimo!