Las amenazas de una empresa forman parte de su día a día. Ninguna empresa puede prevenirse de todos los problemas y factores externos, ya que no todos dependen de factores que puedan controlarse. Nuevos avances tecnológicos, nuevos productos sustitutivos o los cambios económicos o sociales se consideran algunos ejemplos de amenazas de una empresa y que pueden poner en peligro tu cuota de mercado.
Las amenazas de una empresa pueden plantearse y desarrollarse a partir de una análisis FODA. Las estructura del análisis DAFO se divide en el análisis interno y en el externo. Y es a este último al que pertenecen las amenazas. Las amenazas de la empresas son situaciones negativas que obligan a la empresa a cambiar el rumbo de su estrategia para poder seguir adelante sin verse afectada.
Ejemplos de Amenazas según el tipo de empresa
Las amenazas de una empresa son situaciones negativas que provienen del exterior. No todas las amenazas hacia tu empresa pueden controlarse. Las amenazas son situaciones que vienen derivadas por el contexto sociopolítico o por la aparición de nuevos miembros que compiten con tu empresa. Algunas de las amenazas con las que se puede encontrar tu empresa son:
- Nuevos competidores
- Productos que puedan sustituir al tuyo
- Que se cansen de tu producto
- Estancamiento del mercado
- Políticas internacionales contrarias
Aprender a combatir las amenazas de tu empresa pasará por redirigir tu estrategia empresarial o establecer una nueva. Solo así podrás acabar con los problemas externos. Intenta prever las amenazas y plantea estrategias de crisis previas a que los problemas sucedan.
En función del sector empresarial al que te dediques es más fácil mostrarse indefenso hacia unas amenazas en tu empresa que hacia otras. A pesar de ello hay algunas situaciones y tipos de amenazas que se pueden prever de cierto modo.
1. Amenazas políticas
Los cambios de políticas o las decisiones puntuales de los Gobiernos pueden ser una amenaza para tu empresa. Si algún país cambia alguna ley puede suponer tu fin en la distribución internacional, o una menor inversión. Al igual que si un país decide entrar en guerra.
Si tu empresa está financia por un Gobierno, los recortes o déficits presupuestarios pueden suponer una amenaza para tus ingresos.
2. Medio ambiente
Si tienes una compañía agrícola o empresa que depende de los recursos naturales puede verse amenazada debido al cambio climático. Al ser una amenaza para tu empresa que no se puede parar pero si controlar, deberás encaminar tu estrategia hacia el mayor beneficio posible.
3. Economía
Es una de las principales amenazas de una empresa. A pesar de que tu trabajo sea bueno, si la economía y los niveles de vida descienden, tus ingresos se verán afectados. Estudiar las tendencias económica puede ayudar a tu empresa, pero nunca podrá retrasar o parar una caída económica. Es una amenaza incontrolable.
4. Competidores
Esta amenaza para tu empresa existe desde el primer momento en que te constituyes como empresa. Naces para competir contra otros o viceversa. Hay que tener una buena estrategia para convertirte en el referente de tu sector, ya que de esta amenaza se puede pasar a la quiebra.
5. Tecnología
Las tecnología avanza a un ritmo imparable. Debes estudiar qué cambios hay constantemente y adaptarte a ellos para que suponga la menor amenaza para tu empresa posible.
6. Cambios legales
Las variaciones en la ley o las regulaciones impositivas pueden suponer un buen ejemplo de amenaza de un negocio.
7. Nuevos productos sustitutivos
La aparición en el mercado de nuevos productos que cubran la misma necesidad suponen una mayor competencia y por lo tanto una mayor lucha por la cuota de mercado.
¿Cómo identificar las amenazas de una empresa?
A la hora de identificar las amenazas de una empresa debemos fijarnos sus aspectos externos, como una bajada de ventas de un producto determinado, la aparición de un producto similar de la competencia a menos precio…
De hecho es fácil detectar aquellas amenazas de una empresa frente a los factores que son negativos y pueden influir de forma puntual. En este sentido, es interesante desplegar una estrategia para contrarrestar la acción de manera paralela.
Cuando reconoces una amenaza en tu empresa debes plantearte si vas a ser capaz de revertir los problemas y obstáculos a los que te vas a enfrentar, fijarte en la actuación de tus competidores mediante un análisis de la competencia más directa, comprobar si esa amenaza puede significar el fin de tu actividad y ver si dispones del capital necesario para revertir la situación.