Si te lleva tiempo rondándote por la cabeza la idea de crear una empresa de comida para llevar este es el artículo que debes leer. En las siguientes líneas explicamos cómo montar un catering paso a paso y cómo es menos complicado de lo que puedes pensar.
Hace algunos años los catering quedaban reservados a las celebraciones más exclusivas y era considerado como un servicio elitista, pero en los últimos tiempos este tipo de servicio se ha extendido a todo tipo de esferas, cambiando de este modo el tipo de cliente y, también, la competencia.
Pasos para montar un negocio de catering
Como en todo negocio hay que empezar haciendo el plan de negocio de una empresa de catering. Hay que identificar el público al que te quieres dirigir, establecer una idea de negocio realista y alcanzable, analizar el entorno y la competencia, definir estrategias para llegar a los objetivos planteados y crear un plan de acción para conseguirlos. Además, hay que concretar los recursos necesarios y la inversión inicial.
A la hora de definir el tipo de cliente al que va dirigida la empresa de catering hay que saber que puede dirigirse a tres tipos de clientes: particulares, empresas o colectividades.
El tipo de cliente de las colectividades pueden ser hospitales, colegios, residencias, empresas. Si enfocas el negocio hacia este grupo necesitarás una mayor inversión inicial que puede luego revelarse como muy rentable.
Las empresas son un tipo de cliente que cada vez requiere más los servicios de los catering, pues cada vez son más frecuentes los coffee breaks, las cena de directivos, etc. en el marco de convenciones, jornadas o fiestas corporativas.
El cliente particular cada vez requiere más servicios de catering, desde las bodas en entornos exclusivos, donde la idea es ofrecer tus servicios directamente al lugar y establecer una colaboración comercial, a las celebraciones familiares o entre amigos donde disfrutar de una buena comida de una manera cómoda.
¿Qué es necesario para abrir un catering?
Además de los trámites para constituir una empresa, que se deben cumplir según la forma legal escogida existen otras exigencias que son específicos para este tipo de actividad. Así pues, para poner en funcionamiento un negocio de catering hay que tramitar las siguientes licencias y autorizaciones:
- Licencia municipal para actividad clasificada.
- Autorización sanitaria de funcionamiento y posterior inscripción en el Registro General Sanitario de Alimentos. Se debe cursar en consejería autonómica competente.
- Certificado de formación de manipuladores de alimentos para el personal. Se deben conseguir en el primer mes desde la incorporación a la actividad.
- Autorización de transporte privado complementario de mercancías o tarjeta de transporte o autorización sanitaria referida a las condiciones de los vehículos.
- Otras autorizaciones. En función de la comunidad autónoma donde vaya a desarrollarse la actividad exigen inscribir a la empresa en el registro general de actividades comerciales, ventas a distancia o incluso en el de empresas turísticas.
- Establecimiento de controles. Hay que aplicar sistemas de autocontrol de manera permanente para asegurar la salubridad de los alimentos.
En líneas generales, los expertos auguran un muy buen futuro para el sector del catering, siempre que se encuentre el nicho de mercado apropiado al que dirigirse. Si bien es cierto que la competencia en el sector del catering es cada vez mayor, también es cierto que es un sector en el que el abanico de clientela es muy amplio y es en el acierto de esta elección donde está el acierto.
Ahora que ya conoces cuáles son las claves para montar un catering y cuáles son los pasos a seguir para hacerlo es recomendable que empieces por preparar el plan de negocio de una empresa de catering para poder tener las mayores garantías de que tu proyecto se convertirá en un auténtico éxito.