México es una de esas economías en expansión que está ganando terreno a pasos agigantados a nivel mundial. De hecho, es la tercera en el continente americano y la segunda de América Latina tan solo por detrás de otro país en vías de expansión de gran potencial como es Brasil. En resumen, se trata de un país económicamente en vías de desarrollo cada vez más asentado, y que además presenta algunas ventajas particulares con respecto a países de un rango similar.
¿Por qué México es tan atractivo para la inversión?
En primer lugar, se trata de un país con un evidente potencial comercial. No solamente por albergar a 125 millones de personas, sino que algunos de los millonarios más importantes del planeta son de allí. Por si todo ello fuera poco, es un enclave fantástico que conecta a América del Sur con Estados Unidos, y se trata del país con mayor número de hispanohablantes del planeta, por lo que el clima de negocios es tremendamente seductor para todos.
Por otro lado, el sistema tanto jurídico como bancario mexicano es sólido y de garantías. Cuando un inversor se plantea un negocio con grandes sumas de dinero, este aspecto es vital.
Por supuesto, no hay ni que decir que si además hablamos de industrias específicas (turismo, alimentación, ocio…), el país azteca cuenta ya con bastante experiencia, ya que el sector turístico de México está creciendo a buen ritmo en los últimos cinco años, y esto ha hecho que sea una de las industrias punteras a la vez que generadoras de empleo en el país.
No obstante, México sigue teniendo algunos puntos a mejorar para terminar de establecerse como mercado preferente, y poder terminar su conversión como competidor mundial.
Aspectos que México debe mejorar para atraer más inversión
Para empezar, como decíamos las infraestructuras son todavía susceptibles de mejora. Sobre todo en algunas áreas concretas, donde el país necesita reforzarse como son la agricultura, el transporte interno, las telecomunicaciones…
Por otro lado, es indispensable tratar de generar una población menos polarizada. Por desgracia todavía hay mucha diferencia entre el México rural y las ciudades y la diferencia de clases a nivel económico, social y cultural. Eso genera una imagen perjudicial de cara al exterior y también entre los propios mexicanos que frena el desarrollo global de la nación.
Para permitir el desarrollo de su sociedad, es capital crear una red empresarial amplia y efectiva y para ello es necesario fomentar pequeñas y medianas empresas. No solamente ayudando a su creación económicamente sino que la educación de la población se ha vuelto uno de los puntos primordiales para crear la base social de una economía sólida. Así como la formación para afrontar lo que supone llevar su propio negocio, dotando a los pequeños empresarios de conocimientos que van desde la especialización de su negocio a saber llevar la contabilidad del mismo de una manera efectiva y sencilla.
La informatización empresarial y los cursos formativos en el entorno digital global son también otro de los puntos calientes en el crecimiento económico de México, dada la proliferación de negocios online actualmente que ha creado un antes y un después a nivel comercial y que hoy en día supone el modelo de negocio con más porvenir.