Por muy pequeña que sea tu empresa, los peligros de ciberseguridad siempre están ahí. Cualquier empresa está expuesta a una serie de riesgos en esta materia, y los malhechores no se limitan a las grandes empresas -que también tienen más recursos para protegerse-, una empresa pequeña o de un tamaño medio puede ser un objetivo muy interesante para los ciberdelincuentes. Por eso es tan importante conocer los riesgos de ciberseguridad que puede tener tu empresa y tomar las medidas necesarias para hacerles frente.
¿A qué problemas de seguridad se enfrentan las empresas?
Ransomware, Phising y APT son los grandes peligros de seguridad para cualquier empresa. A ellos habría que sumar la presión regulatoria que aparece en el Reglamento Europeo General de Protección de Datos y en la Directiva NIS, la que se encarga de la seguridad de las redes y los sistemas de información. Tu empresa debe ajustarse a esta normativa, ya que de lo contrario puede encontrarse con brechas de seguridad y si no tomas las medidas necesarias puedes acabar sancionado.
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Pero de vuelta a los tres grandes peligros, el ransomware es el software malicioso con el que un ciberdelincuente secuestra tu información de usuario. Se crea un cifrado, y para liberar tu información y volver a recuperar todos tus datos tendrás que pagar un rescate, de ahí que se compare con un secuestro. Por su parte, el Phishing es una estafa donde los ciberdelincuentes tratan de conseguir información confidencial de usuarios legítimos, como contraseñas o datos bancarios, pero a través de engaños, como la imitación de webs o comunicaciones -llamadas, e-mails, etc.-.
Finalmente tenemos los APT, siglas de Advanced Persistent Threats, la amenaza más compleja de todas a las que te puedes enfrentar ya que puede tener múltiples objetivos y formas de actuar. En líneas generales, se trata de unas amenazas mediante las que el ciberdelincuente quiere acceder a la información confidencial de la empresa, para lo que buscará vulnerabilidades, utilizará técnicas de ingeniería social o accederá a sistemas sensibles antes de robar esa información confidencial.
Más allá de las consecuencias económicas que pueda tener, ser víctima de un ataque cibernético puede tener graves efectos para la compañía. Impacta en las cuentas directas, pero también en la imagen y reputación de la empresa, y se puede arriesgar a sanciones debido a sus fallos. Uno de los ejemplos más evidentes es el de Facebook tras el escándalo de Cambridge Analytica, todo un golpe a la reputación, la cotización bursátil y los números de la empresa y que a menor escala se puede dar en tu empresa.
Cómo hacer frente a los riesgos de ciberseguridad
Por una parte, podemos hacer un análisis de riesgos de ciberseguridad en nuestra empresa y por otra pondremos en marcha unos protocolos de detección y respuesta ante posibles amenazas o incidentes de ciberseguridad. Tener copias de seguridad o un plan de continuidad de negocio se antoja básico para reducir los efectos de estos incidentes. Contar con un buen antivirus se antoja elemental para evitar este tipo de problemas, y cada cierto tiempo haremos una revisión de la ciberseguridad de la empresa.
Seguir una política de accesos y contraseñas segura también nos ayudará a minimizar los riesgos, de la misma forma que periódicamente formaremos a nuestros trabajadores en esta materia. Una de las claves para evitar problemas de ciberseguridad es la concienciación e implicación de los empleados, que son los que están en contacto directo con las amenazas y que representan el punto más débil de la cadena, aunque sea involuntariamente. Por último, puedes desarrollar un software seguro y hacer inventario de todas las medidas que sigues para cumplir con la normativa de privacidad, ciberseguridad, etc.
¿Cómo deben protegerse las empresas en ciberseguridad?