Para que una empresa funcione correctamente y no falle ningún engranaje, se antoja imprescindible contar con sistemas de gestión integral que nos ayuden a coordinar los diferentes departamentos de la compañía. Cada vez son más las empresas que adoptan este modelo de gestión integral, ya que se facilita la administración del negocio desde puntos de vista muy diferentes, y las compañías tienen una herramienta muy interesante para crecer y redefinir su actividad, lo que facilitará obtener la máxima rentabilidad en cada proceso. Veamos unos consejos para una buena gestión integral de tu empresa.

1. El estudio del contexto
Antes de adoptar medidas de ningún tipo en este sentido, es necesario completar un análisis del entorno donde opera la empresa. En este análisis hay que valorar cuestiones como la madurez -la capacidad de gestionar procesos-, la complejidad -necesidades y expectativas del cliente y del resto de partes interesadas-, el alcance -la extensión de los sistemas de gestión- y el nivel de riesgo en relación con el incumplimiento legal o con los fallos asociados en el proceso de adopción de los sistemas de gestión integral.
2. El rol analítico de las personas
Las herramientas y sistemas de gestión integral nos ofrecen soluciones para cada problema, pero las personas deben desempeñar un papel analítico en estos procesos. No podemos dejar todo en manos de estos sistemas, las personas físicas son las que se encargan de medir los diferentes niveles del sistema, corregir las desviaciones o posibles errores y añaden los valores que nos ayudan a completar una mejor gestión integral de la empresa.
3. Planificación del proyecto
Cada vez que vamos a introducir un gran cambio en la empresa, y la adopción de los sistemas de gestión integral lo es, necesitamos realizar una buena y detallada planificación del proyecto, de modo que tendremos una guía a seguir. Hay que establecer unos objetivos, señalar los recursos tecnológicos que necesitamos, crear los KPIs para analizar los resultados, definir los tiempos de cada proceso e involucrar al equipo responsable de este proyecto de gestión integral. Si te saltas uno de estos pasos estarás más cerca del fracaso.
4. Analizar los objetivos
Dentro de esa planificación nos hemos marcado unos objetivos de gestión integral de la empresa, así que una vez implantados los sistemas de gestión integral parece lógico que analicemos cada cierto tiempo en qué punto nos encontramos. Partiendo del indicador inicial, hay que comprobar si se cumplen los objetivos y pautas marcadas y cómo podemos mejorar los procesos. No hace falta decir que en todo momento informaremos al resto del equipo de los resultados de este análisis, para el que utilizaremos las métricas y pautas de control establecidas.
5. Formación de los trabajadores
Seguramente, los sistemas de gestión integral sean algo novedoso para tus trabajadores, de modo que será necesaria la sensibilización y formación de los empleados para la gestión integral de la empresa. Para ello es imprescindible difundir la cultura de calidad y la filosofía del grupo, además de ofrecer las opciones de formación idóneas para todos los trabajadores. Otra cuestión interesante relacionada con formación y sensibilización es que se establezca un sistema de autoevaluación y mejora en todos los departamentos de la empresa para que sigan progresando.
6 Divulgar el plan de implementación
No basta con formar a los trabajadores, también es necesario divulgar los contenidos del plan de implementación de los sistemas de gestión integral de la empresa a todos los empleados. Es algo que deberían hacer los mandos de la compañía, tanto los altos como los medios, de modo que todos los actores involucrados en la empresa sean conscientes de sus responsabilidades, actividades, tareas o procedimientos a seguir para implantar este sistema de gestión integral en la empresa.