La autonomía profesional comporta muchas ventajas. Entre las principales, se puede mencionar la flexibilidad horaria y la libertad de operar de la manera que te resulte más conveniente. Sin embargo, existen ciertos aspectos de la actividad que debes considerar antes de convertirte en autónomo.
¿En qué consiste el trabajo autónomo?
El trabajo autónomo representa alrededor del 15% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. Esta figura jurídica se aplica sobre una persona física con el propósito de permitirle llevar a cabo una actividad comercial por cuenta propia.
Por lo tanto, ofrece ciertos beneficios y excepciones fiscales para el autónomo. No obstante, la principal diferencia es que responde a las obligaciones que surjan de la actividad profesional con su patrimonio personal.
La constitución jurídica del autónomo se define como una persona física que habitualmente realiza una actividad con fines de lucro por cuenta propia. Puedes obtener un análisis más detallado de esta figura en el sitio https://xolo.io/es-es, donde se prestan diferentes servicios de gestión y asesoría ideales para autónomos. Pero, antes que nada, vamos a repasar algunos trámite y gestiones que debe hacer frente el autónomo.
¿Cómo son los trámites que debe realizar un autónomo?
El primer punto a tener en cuenta es el registro efectivo de tu autonomía frente a los organismos administrativos correspondientes: el Ministerio de Hacienda y la Seguridad Social. El primero se ocupa de las rendiciones tributarias que deberás aportar como autónomo, mientras que el segundo corresponde a los aportes realizados al Estado y las prestaciones sociales que este ofrece.
Registrarse requiere de dos trámites esenciales:
- Darte de alta en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores del Ministerio de Hacienda. Esto te permitirá facturar y cumplir con las obligaciones tributarias que correspondan a la actividad.
- Inscribirte en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos en la Administración de la Seguridad Social.
Estos trámites pueden realizarse de manera física o virtual —esta última mediante certificado o DNI digital—. Sin embargo, lo más conveniente es tramitar el certificado digital para realizar cualquier operación que tenga que ver con tu actividad.
Protección social
Una vez hayas formalizado tu actividad frente a estas dos instituciones, deberás pagar la cuota mensual correspondiente. Esto garantiza ciertas prestaciones sociales que aseguran tu actividad frente a accidentes laborales, enfermedad o desempleo. Asimismo, incluye los aportes a la pensión de la jubilación.
La cuota mensual varía según la actividad y ciertas bases de cotización, como las contingencias comunes y profesionales, así como las ayudas por cese de actividad. La cuota mínima en 2022 asciende a 293 euros al mes, lo que incluye todas las prestaciones de la Seguridad Social necesarias para ejercer una práctica profesional, emprendimiento o negocio.
Impuestos a pagar como autónomo: ¿Qué debes saber?
Durante el ejercicio de la actividad autónoma, puedes comenzar a participar activamente en el mercado y facturar. Justamente por eso, debes considerar una serie de impuestos que alcanzan a los emprendedores autónomos y las obligaciones tributarias que gravan su actividad.
Declaración trimestral del IVA
En España, el autónomo debe presentar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Se trata de un conjunto de cuatro declaraciones de índole trimestral que se entregan al finalizar el ejercicio anual de su actividad. Este impuesto debe presentarse completando el modelo 303. Se puede enviar hasta el día 20 inclusive durante los meses de abril, julio, octubre y enero del año siguiente.
En el régimen general del IVA, dicho impuesto se constituye como una manera de recaudar para el Ministerio de Hacienda. Pero, en concreto, se encuentran dos clases de IVA:
- IVA repercutido: Corresponde a lo que el autónomo cobra a sus clientes.
- El IVA soportado: Hace referencia al IVA que el autónomo debe abonar por las operaciones de compra vinculadas a su actividad.
En caso de encontrarse en el régimen simplificado, la cuota devengada del IVA se calcula mediante índices fijos que dependen del tipo de actividad. Por tanto, aquellas cuotas soportadas solo podrán solicitarse durante el último trimestre del año.
A su vez, en el mes de enero del año siguiente, deberá presentarse una declaración informativa mediante el modelo 390 en el que figuren las operaciones sujetas a IVA durante el ejercicio anual.
Pagos del IRPF
Otro impuesto a considerar por el autónomo es la declaración trimestral del Impuesto Sobre la Renta (IRPF). Debe presentarse hasta el día 20 de los meses de abril, julio, octubre y hasta el 30 de enero del año siguiente.
Para su presentación, debe completarse lo siguiente:
- Una estimación directa mediante el modelo 130.
- La estimación objetiva mediante el modelo 131.
Para ello, se calcula el rendimiento neto obtenido de la actividad desde el primer día del ejercicio y se abona el 20% del resultado. Este rendimiento se calcula descontando los gastos que surjan a los ingresos obtenidos de la actividad.
En definitiva, el trabajo autónomo puede representar una satisfacción personal muy grande, ya que te encuentras a cargo de tu propia actividad y dispones de mayor libertad a la hora de tomar tus propias decisiones. Sin embargo, resulta muy importante conocer los aspectos fundamentales de esta modalidad de trabajo antes de convertirte en autónomo.