Hoy en día, las personas con movilidad reducida lo tienen mucho más fácil, ya que existen muchos avances. Ahora pueden realizar las tareas del día a día con mayor facilidad.
Para ello, muchos emprendedores con discapacidad necesitan realizar una inversión inicial para poner en marcha su proyecto. Sin embargo, hay ciertas ayudas para estos colectivos que pueden facilitar la creación de su empresa. Además, los emprendedores con discapacidad tienen una serie de ventajas que otros emprendedores no tienen y esto supone una gran competitividad en el mercado. ¿Quieres conocer las claves a tener en cuenta? ¡Las comentamos!
Ayudas y subvenciones
Para empezar, debemos tener en cuenta que una discapacidad no tiene por qué ponerte límites a la hora de emprender. Incluso puede llegar a ser una ventaja si se trata de personas con discapacidad. En este caso, existen muchas ayudas y subvenciones para emprendedores con discapacidad y esto puede llegar a ser una gran ventaja.
Por ejemplo, una deducción del Impuesto a las Rentas de Personas Físicas (IRPF) o ayudas de las comunidades autónomas. De este modo, se pueden obtener ciertos beneficios a la hora de construir un negocio o proyecto.
También hay ayudas interesantes a la hora de adaptar o adquirir coches para discapacitados, ya que estos colectivos tienen que hacer frente a grandes barreras de movilidad, sobre todo en las grandes ciudades, por lo que un vehículo propio supone un gran beneficio.
Competitividad en el mercado
Los emprendedores con discapacidad compiten en el mercado de la misma forma que los emprendedores sin ninguna minusvalía. Sin embargo, las personas con minusvalía pueden llegar a tener las mismas capacidades y no supone un problema a la hora de emprender con un proyecto.
Además, como mencionamos anteriormente, estos emprendedores tienen ventajas como ayudas y subvenciones. Esta ventaja supone una gran competitividad para otros emprendedores que no reciben este tipo de ayudas.
Otras ventajas de emprender con discapacidad
Los emprendedores que quieren facilitar que otras personas con discapacidad tengan una vida más fácil entienden las verdaderas necesidades de los usuarios. Ello se debe a que, si emprendes en la fabricación de vehículos adaptados para personas con minusvalía, es necesario ponerse en el papel de un discapacitado para saber cómo diseñar este tipo de coches.
Por tanto, en este caso, los emprendedores con discapacidad conocen lo que el cliente necesita y, de este modo, pueden desarrollar los productos o servicios con las características esenciales.
Cómo empezar a emprender
Primero, se necesita destinar una determinada inversión inicial. Para ello, es importante saber bien en qué invertir y crear un plan de financiación idóneo para el proyecto. Asimismo, existe la posibilidad de trabajar con socios para minimizar la carga de trabajo o dividir los gastos de inversión. Esto ayudará a que no solo sea una persona la que lleve la carga de toda la empresa y se puedan multiplicar los beneficios. Al mismo tiempo, la inversión resulta mucho más asequible.
Otro aspecto a destacar es que las personas con minusvalía tienen las mismas capacidades y opciones para poder emprender. Además, tienen las mismas competencias para emprender en un proyecto y crear una gran competitividad en el mercado debido a las diferentes ventajas que se les ofrece. Muchas personas con discapacidad prefieren depositar su confianza en emprendedores con minusvalía, ya que pueden entender mejor sus necesidades.
Por eso mismo, es importante dar valor al trabajo de un emprendedor con discapacidad, ya que, a pesar de su condición, puede llevar a cabo un gran trabajo como emprendedor.