Cuando una empresa emite una factura por un producto vendido o por un servicio prestado, llega el momento de esperar a que el cliente decida saldar su deuda. ¿Te gustaría fomentar las relaciones seguras entre tu empresa y tus clientes? No te pierdas estas 4 claves sencillas para prevenir la morosidad entre empresas.
Consejos para prevenir la morosidad entre empresas
¿Es posible que una empresa pueda conocer con antelación qué cliente le va a fallar en los pagos y se va a convertir en moroso? A priori, no parece una labor sencilla, pero hay que recordar que a día de hoy, 3 de cada 10 empresas se ve obligada a echar el cierre en España a causa de la morosidad.
Aunque el comportamiento de pago de un cliente no sigue unas pautas concretas que se puedan analizar de antemano, si que existen, sin embargo, determinadas herramientas que pueden ser de gran utilidad para prevenir la morosidad entre empresas o entre una empresa y sus clientes.
1. Listado de ASNEF
Una de las claves más efectivas para prevenir los impagos y las deudas cuando una empresa realiza una venta o presta un servicio concreto, es consultar el listado de ASNEF empresas.
ASNEF, las siglas de La Asociación Nacional de Entidades de Financiación, es el listado de morosidad de particulares y empresas más importante de España.
Para poder registrar un impago en este listado de morosos es necesario ser miembro de la Asociación Nacional de Entidades de Financiación. Los miembros de la asociación suelen ser bancos, cajas de ahorro, empresas que ofrecen servicios de financiación en compras, aseguradoras, empresas de telecomunicaciones, empresas proveedoras de servicios, y también otras empresas que pueden sufrir impagos en su actividad.
2. Modificar el comportamiento de cobro
Si una empresa quiere evitar que se produzcan impagos con todos los clientes con los que establece relaciones comerciales, la segunda clave es modificar su comportamiento de cobro. En este sentido, el cobro por adelantado de una parte de la factura que se va a emitir puede llegar a ser una buena garantía a la hora de detectar cuál es la verdadera voluntad de pago de cada cliente.
3. Contar con un servicio preventivo ante impagos
Tras la crisis económica de los últimos años, la morosidad en las empresas ha experimentado un aumento. Por ello, no está de más que las empresas cuenten con algún servicio que les garantice el pago de las deudas que contraen determinados clientes.
En este sentido, se puede contratar un servicio específico con el que la empresa puede notificar a su cliente moroso el conocimiento de la existencia de una factura impagada y su fecha de vencimiento.
4. Contratar un servicio de recobro especializado
Si la empresa no consigue cobrar las facturas impagadas por parte de un determinado cliente y todas estas facturas ya han superado su fecha de vencimiento, ha llegado el momento de contratar un servicio de recobro especializado.
La mayoría de empresas de recobro intentan solucionar el cobro de la deuda por la vía amistosa en un plazo de entre 20 y 30 días como máximo, y a través de sus gabinetes jurídicos.
Sin embargo, si la empresa deudora no accede a pagar las facturas que debe, lo más frecuente es iniciar un proceso judicial, en el que se recopilará toda la información necesaria sobre el impago, con el objetivo de preparar una denuncia que se presentará ante el juzgado que corresponda.