Los emprendedores que buscan iniciar sus nuevos negocios, consolidarlos y ampliar sus metas hasta grandes niveles empresariales necesitan una serie de recursos económicos que les permita llegar a estas aspiraciones. Por ello, es necesario buscar diferentes opciones para la financiación de empresas que te permiten tener el capital necesario para poder conseguir los objetivos empresariales planteados.
Por suerte, para conseguir estos recursos no es exclusivamente necesario acudir a los prestamos o la financiación bancaria. Entre las alternativas existentes podemos encontrar uno de los tipos de capital riesgo que te permite la expansión de tu negocio, llamado private equity, y que está siendo bastante utilizado por los emprendedores que poseen negocios ambiciosos en fases de crecimiento.
Definición de private equity
El private equity o capital inversión es una inversión realizadas por entidades de capital riesgo para la adquisición del un porcentaje mayoritario de acciones de una sociedad, o el paquete accionarial completo, de empresas con grandes posibilidades de crecimiento y expansión.

A diferencia del capital semilla y otras formas de financiación a través de capital riesgo, el private equity no invierte en la empresa sino que se hace con ella para explotarla y sacar partido de ella.
Esto es algo que a muchos emprendedores no les interesa porque, aunque es posible que continúen a la cabeza de la gestión, no quieren deshacerse del control de su negocio. Sin embargo, otros que emprendedores que han decidido crear una start-up, sí que acceden a vender su empresa por una cantidad de dinero que les parezca suficiente.
¿Cómo funciona el private equity?
Estas entidades económicas buscan empresas que se encuentren estancadas en sus números, pero que tengan opciones de mejorarlos con una inversión y que les pueda generar una rentabilidad. Aprovechan organizaciones empresariales que quieran ser vendidas por sus dueños o negocios y que tengan posibilidades de futuro para realizar sus inversiones.
La cantidad de dinero invertido y el tiempo durante el que se invierte puede variar mucho de una operación a otra, ya que depende de diversos factores. Cabe recordar, que el objetivo del private equity o capital de inversión, no es conseguir las acciones de una empresa en concreto, sino potenciarla, hacerla que crezca y sacar una rentabilidad con su posterior venta. Es decir, comprar una empresa con posibilidad de crecimiento, realizar una expansión que mejore sus beneficios, para posteriormente venderla por un precio mayor del que la compraron.