Tu empresa tiene como misión obtener el mayor número de ganancias posibles. Para ello, deberá lidiar con factores y elementos de índole jurídica, económica, ecológica, social etcétera.
Asimismo deberá hacer frente, de la mejor manera posible, a incertidumbres y riesgos. Y ya que hablamos de la importancia de la gestión de riesgos, esta se hace imprescindible en cualquier negocio para evitar o mitigar el impacto de las amenazas existentes en la compañía aportando la solución más óptima.
Como sabes, las finanzas de una compañía pueden mejorar mediante una inversión, con el objetivo de lograr mejores resultados. Pero hay que asumir que siempre habrá incertidumbre, porque nunca se sabe a ciencia cierta lo que deparará el futuro. Esto es si repercutirá positivamente en la empresa o no.
Tal como afirmaba Peter Drucker, intentar eliminar el riesgo de la empresa es algo inútil. Porque ese riesgo o incertidumbre es inherente a cualquier acción que comprometa los recursos actuales con los que cuente la empresa para lograr un resultado más adelante.
¿En qué consiste la administración de riesgos financieros?
En definitiva, el riesgo financiero es la probabilidad de que algún tipo de evento adverso o fluctuación financiera conlleva consecuencias negativas a la empresa. Por ejemplo, una inversión trae como consecuencia un riesgo financiero dependiendo de si producirá o no un beneficio a la empresa.
Es decir, se produce una incertidumbre debido a una operación financiera que depende de la volatilidad de los mercados, que cambian constantemente. A esta incertidumbre se le denomina riesgo financiero. Aunque también se le conoce como riesgo de crédito o de insolvencia.
En este sentido, el riesgo financiero está relacionado, de manera estrecha con el riesgo económico. Así, una empresa que tiene muchas ventas, podrá hacer frente a su endeudamiento, y por tanto, disminuir el riesgo económico.
Existen varios tipos de riesgos financieros:
- Riesgo de crédito. Hace referencia a la posibilidad de que se produzcan impagos.
- Riesgo de liquidez. Aquí podemos hacer una distinción entre: riesgo de liquidez de activos y riesgo de liquidez de pasivos.
- Riesgo de mercado. Riesgo tipo de interés, riesgos de tipos de cambio o riesgo de la divisa, riesgo de mercado.
- Riesgo operacional. Se entiende como los errores que se deben a fallos en los procesos, el equipo humano o maquinaria.
¿Cómo gestionar los riesgos financieros?
Como hemos visto, los riesgos financieros forman parte de la gestión diaria de cualquier tipo de negocio. De forma periódica se ofrecen multitud de créditos para la puesta en marcha de proyectos, se pagan intereses, entre otras operaciones. Y todas ellas conllevan riesgos financieros.
Por tanto, el proceso de medición de riesgo y de la elaboración aplicación diferentes estrategias hará necesaria una gestión de estos riesgos financieros para hacerlos frente. La forma de enfrentarse a estos riesgos dependerá en función de su gravedad o de las consecuencias que puedan acarrear a la empresa.
Pero básicamente, gestionar de una forma eficaz el riesgo financiero consiste en minimizar el mismo, así como rentabilizar los procesos financieros internos de la empresa. De ahí que sea de vital importancia obtener información constante, para saber en qué momento invertir, en qué periodo, en qué producto, etcétera.
Asimismo, se deberá tener en cuenta el índice de riesgo financiero con el fin de decidir la dirección a tomar, recursos emplear y cuánto tiempo.
Algunas fórmulas para conseguir en dicha minimización de riesgos financieros son:
- Controlar la rentabilidad de las inversiones y sus resultados.
- Diversificar las inversiones. Esto es no invertir todo el dinero en un mismo lugar porque en el caso de que fracase corremos el riesgo de perderlo todo.
- Conocer las tendencias del mercado, con el fin de anticiparnos a lo que pueda suceder.
- Contar con un equipo profesional para el análisis de riesgos en la empresa.
- Establecimiento de coberturas en aquellas operaciones que cuenten con divisas distintas al euro.
- Contratar un seguro de empresa para proteger alguno de los activos.
- Combinar activos de una misma cartera para que las variaciones de unos compensen las de otros.
Con estas claves podrás entender cuáles son y cómo administrar correctamente los riesgos a los que se enfrenta la empresa. Es fundamental tener un control acerca de los riesgos que mayor amenaza presentan para nuestra organización si no queremos que tengan graves consecuencias en el momento que se produzcan..