Son muchos los equipos y profesionales preocupados por gestionar el cambio. Parece que el cambio está presente en nuestra vida empresarial las 24 horas, y la gestión del cambio se ha convertido en un tema de vital importancia para cualquier equipo que quiera marcar una diferencia en la nueva economía. Sin embargo, uno se pregunta si siempre debe de ser así, es decir, ¿siempre debemos de adaptarnos al cambio? ¿No será más inteligente anticiparnos?
Durante mucho tiempo nos hemos hecho eco de aquellos directivos que mejor se adaptaban al cambio, pero hemos pasado de largo otros mucho más merecedores de ese reconocimiento, los que se anticiparon a él. Si un equipo se adapta constantemente a los cambios, esta es una buena señal, pero si el equipo en lugar de adaptarse se anticipa a ellos, entonces lo que tiene es ventaja, y de esta forma tendrá una posición mucho mejor en el mercado. Uno de los temas recurrentes que aparecen en las sesiones de coaching de equipos a directivos, es precisamente ese, ¿en qué medida el equipo se está anticipando a los cambios?
Si como equipo siempre nos estamos adaptando al cambio, tenemos un problema, pues el cambio se nos viene encima cada vez. Cultivemos habilidades para la adaptación al cambio, pero de nada sirven cuando el cambio ha sido muy drástico, ya que entonces no nos podremos adaptar. Así que es momento de desterrar el tópico de que los que más sobreviven son los que se “adaptan al cambio”. En lugar de adaptarnos, anticipémonos a él.
El tipo de líderes que necesitan los equipos, son precisamente esas personas que tienen una amplia visión estratégica, que disponen de sensibilidad hacia los cambios que ocurren en el entorno y otras capacidades y actitudes relacionadas con su capacidad de anticiparse y dirigirse hacia nuevos horizontes.