Detrás de las siglas DISC se esconden decisión, interacción, serenidad y cumplimiento, cuatro de los pilares básicos de cualquier relación entre personas. De la unión de estas cuatro palabras surge la metodología DISC, cada vez más utilizada en el mundo de la empresa debido a las aplicaciones que nos ofrece. La metodología DISC se puede aplicar a la hora de gestionar equipos de trabajo, pero también en los procesos de selección de personal o para analizar a los clientes y aumentar el volumen de ventas.
¿En qué consiste el método DISC?
A grandes rasgos, la metodología DISC nos permite analizar el comportamiento natural de las personas frente a diferentes situaciones. A partir de la decisión, la interacción, la serenidad y el cumplimiento de la persona analizada podemos determinar si se trata de alguien extrovertido, si es una persona sentimental, si es introvertida o si es racional. Esta metodología nos permite identificar a cada perfil y dirigirnos a él de la forma más efectiva para que se sienta cómoda y a gusto, lo que será positivo para la empresa.
¿Cómo desarrollar DISC en la organización?
Según el objetivo que tengamos, la aplicación de la metodología DISC se hará de un modo u otro. Vamos a ver cómo aplicar la metodología DISC en la empresa según nos interese utilizarlo en la gestión de un grupo, para contratar personal o con los clientes. En todos los casos podemos utilizar el test de autoevaluación DISC, que nos permite conocer cómo se comporta una persona individual y grupalmente.
Método DISC para la gestión de equipos
A partir de los resultados obtenidos podemos crear equipos de trabajo más eficientes combinando trabajadores con perfiles que se complementen entre sí. Gracias a este test conoceremos como se comportan según su entorno, sus puntos fuertes y débiles, sus conocimientos, el entorno que mejor se ajusta a sus características o cómo se adapta ante otro tipo de personas, de modo que nos debería resultar relativamente fácil generar el entorno de trabajo adecuado.
Por otra parte, esta metodología nos permite diseñar nuevas estrategias de gestión de equipo, por ejemplo para mantener a los mejores trabajadores, permitir que aquellos empleados que lo necesitan disfruten de un entorno donde puedan desarrollarse mejor… Mejorará la química de equipo, pero hay que tener en cuenta que estamos accediendo a una información sobre la personalidad de cada empleado que se debe gestionar bien para no utilizarla en su contra.
Método DISC para la selección de personal
Igual que podemos aplicar el método DISC en la configuración de nuestros equipos de trabajo, lo podemos utilizar en nuestros procesos de selección de trabajadores para cubrir las vacantes de la empresa. La clave está en decidir si queremos una plantilla “uniforme”, con unos trabajadores con las mismas características, o si por el contrario preferimos un equipo donde se combinen todo tipo de personalidades, con los pros y los contras que tiene cada opción. La clave está en encontrar el equilibrio en la plantilla, en elegir a los trabajadores que mejor se adapten a nuestra filosofía y cultura empresarial.
Método DISC para aumentar las ventas
Si a los trabajadores y potenciales candidatos les podemos pasar el test DISC sin problemas, con los clientes no lo tendremos tan fácil. Sin embargo, podemos trazar una serie de pautas que se ajustan a cada perfil, de modo que podamos decidir si incluir a ese cliente en decisivo, interactivo, sereno o cumplidor. A partir de ahí, solo tenemos que ajustar nuestra relación con ese cliente -o potencial cliente- para que la comunicación sea más efectiva y aumenten las ventas. Aquí, tu intuición y tus habilidades persuasivas resultan clave.