Muchos empresarios cavan inconscientemente la tumba de su empresa al no captar las señales que nos avisan de que algo no va mal. Algunas de estas señales son más evidentes que otras, pero hay una serie de circunstancias que nos avisan del inminente hundimiento de la empresa. Cuando nos encontramos en esta situación hay que reaccionar, pero para poder tomar las medidas necesarias hay que conocer los indicadores de que la empresa decae. Si no, cuando vayas a reaccionar puede que sea demasiado tarde y la empresa esté tocada de muerte.

1. Problemas con tus socios
Por muy amigos que seáis y muchos años de amistad y trabajo conjunto, siempre hay rencillas entre socios. El problema aparece cuando la tensión es asfixiante, llegando a bloquear a la empresa, que no podrá progresar. La mejor forma de evitar un conflicto de este tipo es contar con un documento legal tipo pacto entre socios o contrato donde se especifiquen las funciones de cada uno. Tampoco podemos guardarnos nuestras opiniones sobre un tema para evitar un conflicto, hay que ser sinceros con los socios ya que si no lo somos los problemas pueden crecer.
2. Malos cálculos de financiación
Si no hay dinero, la empresa no funciona. El problema surge cuando cometemos errores en el cálculo de la financiación necesaria para la empresa. Cuestiones tan simples como hacer el cálculo por periodos temporales (años) y no por hitos logrados, sobrestimar las inversiones -invertir más de lo necesario- o infraestimar los gastos -y no poder con todos los pagos- causarán fallos en la financiación de la compañía. La solución pasa por hacer una proyección de tesorería. Según las necesidades de operaciones e inversiones sabremos cuánto dinero necesitamos… y cuándo, ya que si tienes el dinero pero no lo utilizas no sirve de nada.
3. Inversores por arte de magia
Muchas empresas buscan la solución a sus problemas de financiación en inversores que aporten una suma. Puede ser una buena opción si accedemos al inversor en el momento y la cantidad oportuna… o el inicio del fin si fallamos. Por mucho dinero que necesites, el inversor no debe llegar de forma repentina, prácticamente por arte de magia. Hay inversores tóxicos, fruto de unas condiciones mal negociadas porque el dinero que ofrecía nos ha cegado y llevará a la empresa a la UVI. Cuidado con inversores sin experiencia en tu sector, pueden tener unas expectativas altas e irreales.
4. Problemas de caja
La insolvencia es la principal causa de mortandad entre las empresas, y a no ser que seas una gran empresa deberás preocuparte de ser solvente. Un mal cálculo en la financiación, unos gastos excesivos frutos de una plantilla sobredimensionada o la adquisición de bienes innecesarios o los retrasos en los pagos de los clientes pueden causar problemas de caja que acabarán asfixiando la economía empresarial y obligándote a bajar la persiana. Hay que pensar día a día, centrarse en sobrevivir a corto plazo para que no aparezcan los problemas de caja.
5. No hay clientes
Aunque la hayamos dejado para el final, no es menos importante ni peligrosa que las otras señales. El futuro de tu empresa depende de que haya clientes, y si no los hay es porque algo falla. Por muy buena que creas que es tu idea o tu modelo de negocio, si los clientes no la respaldan tenemos que hacer algo o se acabará hundiendo. Si quieres sobrevivir, replantea el modelo de negocio, busca qué puedes aportar a los clientes y cuando lo tengas claro desarrolla el producto y ves validando paso a paso. Si no tienes clientes es porque nadie quiere lo que ofreces y/o porque te diriges al público equivocado. Para obtener nuevas ventas en tu empresa, te recomendamos que consultes nuestro artículo sobre cómo conseguir clientes para que tu empresa funcione correctamente.