DSDM corresponde a Dynamic Systems Development Method, el método de desarrollo de sistemas dinámicos que apareció en los años ’90 en Reino Unido. Desarrollado por un consorcio de proveedores y expertos en desarrollo de sistemas de información, es una metodología más que se puede aplicar a la gestión de proyectos. Es un modelo de gestión muy interesante para proyectos de bajo presupuesto y agendas ajustadas, y cuenta con cuatro partes perfectamente definidas, cada una con sus pequeñas fases.

¿Qué es el método de desarrollo de sistemas dinámicos?
El DSDM es un método centrado en la entrega frecuente de productos, con un desarrollo iterativo e incremental. Para que este método funcione es imprescindible que, por una parte, el cliente esté involucrado en el proceso de desarrollo del proyecto, y, por otra parte, que el equipo del proyecto debe tener el poder de tomar las decisiones importantes. También conviene recalcar que los cambios que se introduzcan a lo largo del proyecto son reversibles, de modo que si no tienen el resultado que queríamos podremos volver al estado original.
A pesar de que los miembros del proyecto deben tener autonomía para tomar las decisiones clave, es importante que haya una comunicación y cooperación continua entre los diferentes actores que se han involucrado en el proyecto. Otro de los rasgos característicos de esta metodología es que las pruebas se hacen a lo largo de las diferentes fases del proyecto, prácticamente desde el momento en que se plantea la idea hasta que llega la hora de dar por finalizado el desarrollo y sacarlo a la venta.
Las fases del método DSDM
El DSDM sigue el esquema pre-proyecto > iteración del modelo funcional > iteración de diseño y desarrollo > implementación. Empezando por la fase pre-proyecto, vemos que el ciclo de vida de cada proyecto consta de dos partes. Se toman los proyectos propuestos y se realizan un estudio de viabilidad y otro de negocio para comprobar si realmente tiene futuro. Avanzamos hasta la fase de iteración del modelo funcional, donde nos encontramos con la necesidad de fijar unas fechas para tener hecho este prototipo, revisarlo y quedarnos con el definitivo.
Pero antes de llegar al mercado pasamos a la fase de iteración de diseño y desarrollo, donde los usuarios entran en acción. Se vuelven a identificar los prototipos, se revisa el proyecto y se forma a los usuarios, que nos ofrecerán sus directrices o su aprobación. Finalmente, llegamos a la fase de implementación, donde de nuevo necesitaremos seguir las indicaciones del usuario antes de salir al mercado. Se hacen todas las revisiones necesarias del negocio, y si es necesario se vuelve a la casilla inicial del estudio de negocio.
Técnicas del DSDM
Si vas a implementar esta metodología en tus proyectos, deberías conocer las técnicas básicas del DSDM, empezando por la técnica MOSCOW, probablemente la más representativa. MOSCOW es la sigla de Must-Could-Would, los tres pilares básicos de la estrategia. Es una forma de priorizar entre requisitos básicos para satisfacer las necesidades del producto (must), requisitos que necesita para de los que no depende el proyecto (must), que podrían incluirse sin afectar a la base (could) y requisitos que se tendrán en el futuro (would).
Más allá de la técnica MOSCOW, el DSDM nos permite utilizar prototipos para detectar cuanto antes los fallos o deficiencias del proyecto. Además, podemos aplicar exámenes para medir los logros de cada iteración. También es interesante contar con un timeboxing que nos permite apoyar los principales objetivos de esta metodología. Por último, los diferentes interesados deberían discutir las necesidades, funcionalidades y comprensión mutua del proyecto en busca de acuerdos que nos permitan llevar el proyecto a un nivel superior y avanzar en los procesos.