Uno de los perfiles con más dificultades para reintegrarse en el mercado laboral es el de mayores de 60 años. Se trata de trabajadores con una gran experiencia, pero muchas veces son descartados en favor de candidatos más jóvenes, con mayor margen de crecimiento o futuro. Una situación que entre otras cosas puede afectar a su jubilación. Pero hay que tener en cuenta que nunca es tarde para emprender, y a partir de los 60 años contamos con experiencia y contactos en nuestro sector. Así que, ¿por qué no dar el paso y emprender?
Cómo emprender siendo senior
Realmente, emprender a partir de los 60 años es similar a hacerlo con 30, 40 o 50. La clave está en nuestra adaptación a los tiempos que corren. Está claro que no existe la fórmula mágica para acertar con nuestro proyecto de emprendimiento, pero es innegable tener en cuenta que la digitalización es fundamental para lograr el éxito.
A día de hoy, prácticamente todo funciona gracias a las nuevas tecnologías. Si ya emprendiste en tu juventud, esto te resultará nuevo; pero contar con conocimientos digitales es el primer paso para triunfar.
También existe la posibilidad de rodearnos de jóvenes que nos echen una mano en este sentido. Y si quieres trabajadores jóvenes, también deberás tener en cuenta que las necesidades o exigencias de las nuevas generaciones son radicalmente diferentes a las de la tuya. Un desfase que deberías tener en cuenta. Más allá de este aspecto, también es importante superar los miedos y las críticas que nos puedan llegar desde nuestro círculo más cercano. No siempre encontraremos el apoyo que nos gustaría, pero no hay que dejarse influenciar por estas voces.
Ventajas de emprender a partir de los 60 años
Una de las razones que nos pueden llevar a emprender cuando hemos superado los 60 años son las muchas ventajas que podemos obtener frente a la idea de emprender siendo joven. Estos son algunos de los aspectos más ventajosos de emprender cuando hemos soplado más de 60 velas:
- Experiencia y formación: a los 60 años otra cosa igual no, pero experiencia tenemos de sobra. No es lo mismo dirigir una empresa sin experiencia previa que con experiencia. A lo largo de nuestra trayectoria hemos adquirido una experiencia y unos conocimientos claves para el emprendimiento, sabemos cómo funciona el sector, cómo ha evolucionado. Un bagaje que podemos aprovechar.
- Conocimientos del sector: dentro de la experiencia, insistimos en destacar este conocimiento del sector que hemos adquirido con el paso de los años. De hecho, crear una empresa y emprender a estas edades significa dejar de ser un asalariado para convertirnos en nuestro propio jefe o cumplir con nuestro sueño de trabajar en lo que de verdad queríamos. Puede ser el momento de convertir tu afición en profesión.
- Tienes más tiempo para el negocio: emprender exige dedicarle tiempo al negocio, y en este sentido la reducción de cargas familiares nos ayuda a invertir más tiempo en el proyecto de emprendimiento. Además, tienes la experiencia necesaria para ser capaz de compaginar la vida personal y la profesional, evitando que se crucen o se diluyan como puede pasarles a los emprendedores más jóvenes.
- Menos presión económica: cuando emprendemos en nuestra juventud, sentimos que nuestro proyecto vital está en juego. Aunque siempre está presente, la presión económica de un trabajador senior acostumbra a ser menor que cuando es más joven. Esto nos puede ayudar a evitar errores fatales como un endeudamiento excesivo. Además, disfrutamos de cierto colchón económico.
- Menos cargas familiares: una de las razones por las que hay menos presión económica es porque a los 60 años generalmente la carga familiar es menor. Los hijos ya han crecido, es fácil que trabajen o estén a punto de dar el salto al mercado laboral, e incluso pueden ser nuestros aliados a la hora de sacar adelante el negocio. No es lo mismo emprender con dos hijos de uno y 3 años que si tienen 30.