El balance de situación es un retrato de la empresa en un momento determinado. Dentro de este balance hay que tener en cuenta tanto las posesiones o activos de la empresa como las deudas y el capital de la compañía en un periodo contable determinado. El resultado será una imagen real de la situación financiera de la compañía en el momento en que se realiza el balance. Aunque visto así puede sonar muy complicado, hacer el balance de situación es algo relativamente sencillo si tienes las herramientas necesarias para ello.
Una plantilla de balance de situación
Y si buscamos una herramienta para completar este trámite, es obligado citar la plantilla de balance de situación que encontrarás en Emprendepyme. Hemos desarrollado un documento con el que vas a poder analizar en profundidad el estado financiero de tu empresa, además de determinar el nivel de solvencia y liquidez de tu negocio o la situación de endeudamiento en la que se encuentra. Es una plantilla que te permite calcular diferentes ratios financieros, que incluye informes de resultados y nos permitirá conocer la salud financiera de nuestra empresa.
Como todas las plantillas que te ofrece Emprendepyme, esta plantilla gratuita de balance de situación es un documento que viene preparado para que solo tengas que introducir los datos del balance y tener al instante el análisis vertical y horizontal del negocio. Así, podrás ver los puntos fuertes del negocio, pero también conocer las debilidades de la empresa de modo que puedas corregirlas a tiempo. Por si fuera poco, los informes que obtengas se pueden imprimir directamente para presentarlos o compartirlos con quien corresponda.
¿Cómo es el balance de situación?
Como hemos dicho antes, el balance de situación se divide en dos partes. Por un lado está el activo, los bienes y derechos que tiene la compañía. A su vez, los activos de tu empresa se dividen entre los activos inmovilizados -inversiones a largo plazo-, existencias, realizables o disponibles. Por otro lado está el pasivo, los fondos propios exigibles tanto a corto plazo -vencen en menos de un año- o a largo plazo -vencen en más de un año-. Son las deudas de la empresa con terceros como bancos o proveedores.
Análisis del balance de situación
Ya tenemos hecho el balance de situación, ahora toca analizarlo. Lo primero en lo que nos vamos a fijar es que el patrimonio neto debe ser superior al pasivo, lo que nos permitirá financiarnos con nuestro propio dinero en vez de tener que recurrir a terceros para ello. El segundo punto de análisis es el pasivo. Cuanto más bajo sea el pasivo, mejor ya que nos permitirá utilizar los beneficios obtenidos en esa reinversión o para repartir dividendos entre los accionistas.
A continuación, pasamos al análisis de la deuda. La deuda bruta en sí es un dato insignificante, así que valoraremos la ratio deuda/patrimonio neto. Cuanto menor sea, mejor. Eso sí, hay que tener en cuenta que no todas las deudas son iguales, y hay que valorar cuestiones como los intereses. En lo que sí que nos fijaremos es en la deuda financiera, que debe ser la más baja. Así, aplicando la radio deudas/beneficio, teniendo en cuenta las deudas a largo y corto plazo, lo ideal es un nivel de deuda inferior a 3.
El análisis del balance de situación acaba calculando el fondo de maniobra, que nos revela los activos para financiarnos a corto plazo. Para conocer el fondo de maniobra basta con aplicar una simple fórmula: Fondo de maniobra = activo no corriente – (patrimonio neto + pasivo no corriente). Si el resultado es positivo, tenemos fondos suficientes para ello, pero si es negativo nos tendremos que endeudar para financiarnos porque la empresa no genera suficientes recursos. Si es 0, nos financiamos con deuda a corto plazo, algo que puede generar problemas de liquidez.